Los silver eyes de Chanel en Hong Kong son el maquillaje que estábamos esperando para brillar mucho con poco
El desfile crucero de la Maison francesa nos ha dejado, una vez más, un estilismo beauty minimalista, pero con una firme propuesta: recuperar las sombras de ojos metalizadas
En 2024 la estética se divide en dos tendencias: o eres de los 90 o eres de los 2000 y parece que Chanel tiene clara su decisión.
Tras habernos deleitado en el pasado con genialidades como el eyeliner cisne o los iluminadores perlados más cargados de la pasarela, su planteamiento para la colección crucero presentada en Hong Kong mantiene la apuesta de la firma francesa por los colores fríos a través de sombras de ojos metalizadas.
Sin caer en los excesos, la ambientación es fácil de identificar: Y2K (year 2000), es decir, maquillajes y looks que nos retrotraen a los años 2000. Pero, mientras entonces los excesos futuristas y espaciales favorecían un traspiés estético, Chanel simplifica al máximo su toque dosmilero.
Mientras en el peinado repite uno de sus éxitos, la trenza ladeada de colección crucero 2024/25, manteniendo a la raya a un lado y despejando el rostro; en el maquillaje, el trabajo se intensifica.
De entrada, y adaptándose a cada rostro y tono de piel, el primer efecto buscado es el de una piel homogénea y ligeramente pálida. Se aprecian labiales nude perfilados y rellenados con bálsamo (al estilo de los gym lips) y pómulos marcados con un contouring muy sutil, pero que suma una sombra grisácea al rostro. No hay una gran presencia de iluminador como en otras ocasiones, en su lugar, la tez blanquecina hace las veces de luz.
Para romper con este trabajo de piel que busca la sutileza y la elegancia, con un ligero toque amarronado muy noventero, los ojos entran en acción. Estamos ante un maquillaje muy opaco, algo poco habitual en la Maison.
Como si de una lámina de aluminio se tratara, una sombra plateada, de brillo metálico y altamente pigmentada, se pasa ya no solo por el párpado móvil, sino que supera los límites habituales del maquillaje de ojos. La sombra plateada prácticamente roza la ceja, creando una mirada gélida que no queda recargada gracias al trabajo de la sombra.
Pero no todas las modelos lucen el mismo maquillaje. En algunas la sombra sí se delimita al párpado móvil, de tal modo que, al abrir el ojo, la línea plateada parece un eyeliner fino. En otros looks, la misma sombra de ojos se aplica a ras de las pestañas inferiores, creando un maquillaje aún más luminoso y como un ahumado galáctico.
La sorpresa está en que, al utilizar el binomio del éxito de la última paleta de sombras de ojos de Huda Kattan, Icy Nude: colores neutros y brillos invernales, el efecto que Chanel logra con este ingenioso maquillaje es, para sorpresa de todo el mundo, una luz muy cálida.
Lejos de parecer rostros congelados por el frío, como marcan las tendencias de belleza del otoño-invierno 2024-2025, el combo entre pómulos y labiales nude amarronados y sombras de ojos metalizadas y muy pigmentadas es el de un rostro soleado, incluso algo bronceado.
Para comprender la construcción del curioso maquillaje, a caballo entre el invierno y la primavera, un crucero de calendario, encajan algunos de los últimos lanzamientos de Chanel como la paleta de sombras Enchanted Night que, además de un potentísimo violeta o rosa metalizado, cuenta con una sombra que, perfectamente podría ser polvo lunar, un poco como el Ombre Essentielle Top Coat, una suerte de iluminador multifunción de brillo perlado.
En 2024 la estética se divide en dos tendencias: o eres de los 90 o eres de los 2000 y parece que Chanel tiene clara su decisión.