El drama entre Blake Lively y Justin Baldoni pone en jaque el futuro de su marca de cuidado capilar

Hollywood sigue fervientemente uno de los enfrentamientos públicos más agrios, el de Blake Lively y el director y coprotagonista de 'It Ends With Us', Justin Baldoni. La película, que generó grandes expectativas al adaptar la popular novela de Colleen Hoover, ha quedado eclipsada por los problemas personales de sus protagonistas. El conflicto, que incluye demandas cruzadas entre Lively y Baldoni, ha salpicado también a la línea de cuidado capilar de Lively, Blake Brown, un proyecto que aspiraba a ser uno de los más ambiciosos de Target.

Lively intentó contrarrestar el impacto negativo con una campaña bien orquestada que incluyó una entrevista en el New York Times, pero los esfuerzos no fueron suficientes para evitar las repercusiones en su marca.

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La actriz de 'Gossip Girl' lanzó su línea de productos para el cuidado del cabello, llamada Blake Brown, el 4 de agosto de 2024. Esta línea incluye una variedad de productos, como champús, mascarillas, tratamientos sin enjuague y champú seco, todos diseñados para nutrir y fortalecer el cabello. Los productos están formulados sin sulfatos, siliconas, parabenos ni tintes sintéticos, y son veganos y libres de crueldad animal. La marca ha recibido elogios por sus fragancias únicas y su compromiso con la sostenibilidad. Blake Lively dedicó siete años al desarrollo de estos productos, buscando ofrecer resultados de calidad de salón a precios asequibles.

La marca Blake Brown debutó como el mayor lanzamiento capilar en la historia de Target, con ventas que alcanzaron casi cinco millones de dólares en sus primeras semanas. Sin embargo, la reciente polémica ha puesto en jaque las proyecciones iniciales, que apuntaban a superar los 100 millones de dólares en el primer año. Tras la demanda de Lively contra Baldoni, Target comenzó a recibir un volumen inusualmente alto de devoluciones de productos, junto con comentarios negativos centrados en la personalidad de la actriz más que en la calidad de los productos. A pesar de los primeros indicadores prometedores, se estima que la marca podría generar entre 40 y 45 millones de dólares, una cifra significativa pero muy lejos de las expectativas iniciales.

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Este no es el único caso en el que una personalidad de este tipo arrastra a su marca. Good.Clean.Goop, la línea de belleza de Gwyneth Paltrow lanzada en Target en 2023, también fracasó en conectar con los consumidores, acumulando apenas un millón de dólares en ventas. En el caso de Paltrow, su reputación como figura controvertida afectó directamente la promoción y aceptación de su línea de productos. Las recomendaciones de la actriz, que incluyen productos caros y pseudocientíficos, como huevos vaginales y aerosoles energéticos. Fue criticada por promover terapias no respaldadas científicamente y enfrentó demandas por publicidad engañosa. La han tachado de elitista por estilo de vida y sugerencias poco realistas para el público general. En 2023, enfrentó un juicio mediático por un accidente de esquí, lo que dividió la opinión pública. Paltrow también ha alimentado debates sobre salud y responsabilidad social. Si bien la marca de Lively ha superado con creces estos números, el impacto de la controversia personal es un recordatorio de que la asociación entre famosas y productos puede ser un arma de doble filo.

Otros ejemplos ilustran cómo los actos de figuras públicas pueden repercutir en sus negocios. Un caso notable es el de Ellen DeGeneres, cuya marca de hogar y estilo de vida experimentó un descenso en ventas después de que surgieran denuncias sobre un ambiente laboral tóxico en su programa de televisión. Por otro lado, Rihanna ha logrado sortear estas dificultades, incluso cuando algunos han intentado cuestionar sus decisiones empresariales. Su marca Fenty Beauty sigue siendo un éxito rotundo, gracias a su enfoque en la inclusividad y la innovación.

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Aunque las figuras públicas pueden atraer una atención inicial masiva, las polémicas pueden minar la confianza de los consumidores y, en última instancia, afectar las ventas. El futuro de Blake Brown dependerá no solo de cómo evolucione el drama legal entre Lively y Baldoni, sino también de si la marca logra reinventarse y recuperar la confianza de su público y demostrar su solidez donde nos importa: en el cabello.