El discreto, pero sublime maquillaje de Amalia de Holanda: la royal beauty a la que seguir la pista
Por más que reinas, princesas y duquesas quieran llevar el maquillaje efecto cara lavada, la única royal en conseguir un look sublime pero realmente muy natural es Amalia de Holanda
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Tiene pelazo, una mandíbula de ensueño y la suerte de pertenecer a una de las Familias Reales con la estética más actual. Con semejantes condicionantes, Amalia de Holanda se encuentra en el mejor escenario para poder explorar el mundo de las tendencias en general y del sector beauty (cabello y maquillaje) en particular.
Así, mientras su rebelde hermana, Alexia, suele acaparar titulares por ser la más atrevida, es la heredera al trono holandés la que más ha pulido su estilismo, creando una contundente imagen.
No la verás jamás con un maquillaje muy marcado, ni asistirás a un paso en falso con su cabello. Igual que le ocurre a la princesa Leonor, su imagen es impoluta y siempre rezuma la hidratación, los volúmenes y la ruboración de la juventud. Las herederas europeas potencian la naturalidad y huyen de looks recargados.
En el caso de Amalia de Holanda, lo que ocurre es que, a sus 21 años, ya ha construido una sólida imagen. Posee un signtature look, un estilismo de belleza en el que repite siempre los mismos pasos.
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El truco de la holandesa es apoyarse en sus puntos fuertes, básicamente en la buena calidad de su piel -tersa y uniforme- y sus facciones angulosas. El maquillaje, y también el cabello, no hacen más que realzarlos.
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Maquillaje royal
Con solo ver la buena piel de su madre, la reina Máxima, resulta sencillo comprender que la genética es un ingrediente a tener en cuenta. Si a esto se le suma un buen cuidado y una base de maquillaje muy ligera con la que tan solo se unifica el tono de su piel, dejándola con un brillo jugoso.
Uno de los productos estrella de su maquillaje son los polvos de sol. En vez de utilizarlos para subir el tono de su piel y emular una tez bronceada, lo aplica siempre bajo el hueso del pómulo para realzarlo.
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Para lograr un resultado tan sutil, la brocha siempre va muy descargada, con poco producto, para que la sensación sea la de un velo, que el pómulo quede marcado pero con el trazo muy difuminado.
Otro elemento primordial en el maquillaje de Amalia, y que logra pasar completamente desapercibido, son las cejas. La holandesa tiene la suerte de tener unas cejas muy parejas y con buena densidad, pero siempre las lleva peinadas siguiendo su forma natural y rellenando con lápiz los posibles huequitos. El efecto que tiene este gesto tan discreto es el de enmarcar la mirada, llenando los ojos de intensidad, de tal modo que Amalia no tiene que maquillarlos para hacerlos destacar.
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Precisamente, así llegamos a otro de los puntos fuertes del maquillaje de Amalia de Holanda: la máscara de pestañas. Aunque opte por un look muy sencillo, siempre lleva una buena capa de máscara de pestañas tanto en las superiores como en las inferiores. Con este truco, lo que consigue es que los ojos estén muy definidos y abiertos, pero prescindiendo de un maquillaje más elaborado.
Cuando el acto es de noche o requiere un look más potente, sí que utiliza sombra de ojos, pero siempre lo hace en tonos tierra para dar profundidad a los ojos, resaltando la cuenca del ojo y tan solo oscureciendo la raíz de las pestañas. Al incorporar su truco de la máscara de pestañas, los ojos parecen ahumados, pero sin tanta carga de producto.
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En el terreno de los labios, Amalia siempre se mueve en los mismos tonos, corales con un toque rosa o cereza, de acabado hidratante, casi tipo gloss. No hay lugar para tonos nude, ni perfilados o labiales mate. Con esta elección, culmina esa idea de maquillaje natural casi efecto cara lavada.
Pelazo royal
Pero, casi tan importante como el discreto uso del maquillaje que hace Amalia es cómo utiliza el cabello para construir su look. Su larga melena está llena de capas largas que se van acortando según se aproximan a su rostro.
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Para reforzar el efecto de movimiento del corte de pelo y sumarle un plus de luminosidad, las mechas juegan un papel muy importante. A pesar de que el cabello natural de la holandesa ya es de por sí rubio, lo acentúa con mechas más claras en torno al rostro, a modo de 'face framing' para llenar de luz el rostro. Este tipo de mechas actúan un poco como un contouring capilar, ya que ayudan a cincelar las facciones.
De nuevo, consigue un look muy favorecedor, reduciendo al mínimo el uso del maquillaje.
Tiene pelazo, una mandíbula de ensueño y la suerte de pertenecer a una de las Familias Reales con la estética más actual. Con semejantes condicionantes, Amalia de Holanda se encuentra en el mejor escenario para poder explorar el mundo de las tendencias en general y del sector beauty (cabello y maquillaje) en particular.