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Inductores de colágeno, radiofrecuencia y un maquillaje de gala tras la nueva imagen de Máxima de Holanda
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Inductores de colágeno, radiofrecuencia y un maquillaje de gala tras la nueva imagen de Máxima de Holanda

La última aparición de la reina de Holanda en Ámsterdam han dejado a la vista una piel radiante, un maquillaje de ojos muy equilibrado y unos pómulos turgentes. Analizamos su cambio con la doctora Dagné Pupo

Foto: La reina Máxima de Holanda en un acto de día en Ámsterdam. (Gtres/Robin Utrecht/Shutterstock)
La reina Máxima de Holanda en un acto de día en Ámsterdam. (Gtres/Robin Utrecht/Shutterstock)

La última cena de gala de los reyes de Holanda no solo nos ha dejado algunos looks de Máxima y de su hija la princesa Amalia que analizar con detenimiento, también se ha convertido en un escenario en el que la piel de la argentina, prácticamente, deslumbraba más que la tiara Württemberg que coronaba su cabeza.

Parte de este brillo estaba en la luminosidad de su piel o en su maquillaje, rebajado en intensidad en comparación con sus looks habituales, hacía que reparáramos en que el tono y los volúmenes del rostro de la Reina parecen a sus 53 años, en mejor estado que a los 31 años cuando se casó con el, por entonces príncipe Guillermo.

Sin embargo, Máxima de Holanda no ha sido una royal amiga de los cambios radicales, su evolución ha sido paulatina y asegurada, como explica la doctora Dagné Pupo (Cínica Dagné Pupo Clinic en Palma de Mallorca) que considera que estamos ante ejemplo de ‘envejecer bonito’, donde el cambio más marcado y más favorecedor al que asistimos es a una mejora considerable de su piel.

placeholder Máxima de Holanda en la cena de gala en Ámsterdam. (Gtres/ SplashNews)
Máxima de Holanda en la cena de gala en Ámsterdam. (Gtres/ SplashNews)

A diferencia de otras mujeres de la realeza, cuando observamos a Máxima, no apreciamos volúmenes exagerados, labios prominentes ni frentes paralizadas, así que necesitamos el minucioso análisis de una médico estético para apreciar que tratamientos se ha podido realizar la argentina.

Una piel más luminosa

La mejora en la calidad de la piel de la Reina salta a la vista. Como la doctora apunta, debido a su fototipo, tenía manchitas e hiperpigmentación, algo que se apreciaba mucho más cuando comenzamos a verla con el príncipe Guillermo. “En el 2004 sus arrugas eran profundas, tenía un aumento de volumen en el tercio inferior, se dibujaba su línea mandibular, la barbilla le hacía los pequeños hoyuelos en la zona, así como tenía ya presencia de bolsas malares inferiores”, analiza la docta Pupo.

placeholder 21 años de diferencia entre la primera foto de Máxima de Holanda, en 2004 y la de 2025. (Getty/Michel Porro - Getty/Shutterstock)
21 años de diferencia entre la primera foto de Máxima de Holanda, en 2004 y la de 2025. (Getty/Michel Porro - Getty/Shutterstock)

Todas esas características, hoy han evolucionado, un cambio que apreciamos sobre todo en el terio medio e inferior del rostro, “podemos ver que su sonrisa se ve más amplia, sus pómulos se ven más definidos, su piel se ve más tersa, incluso cuando se está riendo, no se evidencia la flacidez en la zona. La magia detrás de todo esto son tratamientos combinados”, adelanta.

Tercio superior

Resulta curioso que, mientras en la frente de la Reina sí se marcan algunas arrugas profundas, hay zonas en las que la piel parece suavizada. La respuesta, según la doctora Dagné Pupo está en la cantidad de tonxina botulínica, lo que conocemos popularmente como Bótox, “lleva neuromoduladores en poca dosis, porque le permite mantener el movimiento, pero la posición de sus cejas se ve más elevada. No se ven los surcos profundos”, precisa.

placeholder Detalle de la parte superior de la frente de la reina Máxima de Holanda. (Gtres/RUT / SplashNews.com)
Detalle de la parte superior de la frente de la reina Máxima de Holanda. (Gtres/RUT / SplashNews.com)

Tercio medio: nariz, pómulos y labios

Bajo la mirada, también hay cambios sutiles y muy equilibrados. Máxima se habría realizado tratamientos hidratantes en la zona de los ojos, puesto que antes tenían arrugas más pronunciadas y ahora se han suavizado, mantenido siempre la naturalidad.

Y llegamos a la zona de las mejillas, donde los turgentes y pletóricos pómulos de Máxima de Holanda, que acostumbra a maquillar con bien de rubor o polvos de sol, tienen mucho que decir en el terreno médico estético.

“Es evidente que en el tercio medio mantiene el volumen bonito de sus pómulos, pero van hacia la zona posterior. Muchas veces en pacientes, cuando se empiezan a reír, vemos que tiene un aumento en la zona medial y hace que la cara se deforme. Cuando están en movimiento se llevan algunos procedimientos estéticos. En ella se han combinado tanto los inductores de colágeno como tratamientos con ácido hialurónico en la zona posterior”, precisa así la doctora esa evolución que hace que veamos a Máxima igual pero con el rostro más definido.

placeholder La regresión de Máxima de Holanda. De izquierda a derecha, 2015, 2010 y las dos últimas de 2004. (Getty/Pascal Le Segretain/Michel Porro)
La regresión de Máxima de Holanda. De izquierda a derecha, 2015, 2010 y las dos últimas de 2004. (Getty/Pascal Le Segretain/Michel Porro)

Sobre la nariz, la doctora Pupo advierte que está más perfilada. Llega el turno de los labios, donde la experta aprecia que mantienen el volumen y la hidratación, aunque ahora están más equilibrados, “su labio inferior y su labio superior se ven de un tamaño más proporcionado”.

Tercio inferior, el gran cambio

La doctora señala, para sorpresa de profanos, que es en esta zona del rostro donde se encuentra el cambio más grande de la reina Máxima de Holanda y enumera alguno de los tratamientos a los que podría haber recurrido.

“Aquí podría haber realizado tecnologías como radiofrecuencia fraccionada con microagujas combinadas con endoláser”. Este tratamiento es una tecnología no invasiva que utiliza para la energía del láser para tensar tejidos, perfilar y logra que se pierda grasa.

placeholder La luminosidad de la piel de Máxima de Holanda se renovaba en 2020. (Gettty/Patrick van Katwijk)
La luminosidad de la piel de Máxima de Holanda se renovaba en 2020. (Gettty/Patrick van Katwijk)

Aquí encontramos una de las claves de los retoques estéticos de Máxima, no se aprecian procedimientos quirúrgicos, tan solo tratamientos no invasivos, aparatología y medicina estética. “No creo que se haya realizado ningún procedimiento quirúrgico en esa zona debido a cómo mantienen el perfilamiento”, precisa la doctora que sí observa el uso de neuromoduladores en la zona, “pues ya no se ven las arruguitas y seguramente también han utilizado el uso de rellenos dérmicos con ácido hialurónico e inductores de colágeno”.

Por último, la doctora no llama a observar en la zona del cuello que se mantiene terso y firme, “aquí los inductores de colágeno son un factor esencial. La calidad de su piel es sublime y eso se consigue con polinucleótidos, exosomas, tecnología láser y protocolos combinados de grado médico de cabina”, concluye la doctora Dafne Pupo.

Foto: La reina Letizia en el Premio Francisco Cerecedo, con cejas muy definidas y delienado marrón. (Gtres/Jesús Briones)

Nuevo maquillaje de gala

Además de todos estos tratamientos que la Reina habría ido aplicando espaciados en el tiempo y con mesura, para que notemos este cambio con una mayor intensidad, el maquillaje también tiene mucho que ver.

Como su nombre indica, ella es máxima, no la verás con un look a cara lavada, siempre hay algún toque de maquillaje para realzar sus facciones, una lección que también han aprendido sus hijas. Sin embargo, para esta última cena de gala en Ámsterdam, la Reina parece haber reducido la intensidad del maquillaje de sus ojos.

placeholder Máxima de Holanda en su última cena de gala en Ámsterdam. (Gtres/ SplashNews)
Máxima de Holanda en su última cena de gala en Ámsterdam. (Gtres/ SplashNews)

Mientras sus cejas siguen perfiladas, rellenadas y fijadas, sus párpados están desprovistos de sombras oscuras y, en su lugar, no solo vemos tonos más claros sino también más luminosos. Una sombra cobriza, con acento y cuenca del ojo marcados en un tono café, le da dimensión al ojo. Eso sí, Máxima no renuncia a perfilar sus ojos con lápiz negro y mucha máscara de pestañas, incluso no descartamos que lleve pestañas postizas.

A pesar de que no haya renunciado a los polvos de sol, con varias capas para acentuar sus pómulos, otro notable cambio es que, amiga como es de las bases de maquillaje de acabado jugoso, húmedo y muy luminosas, para esta cena de gala ha cambiado de producto. Estamos ante una base de mayor cobertura y acabado mate, lo que permite que vemos mejor la uniformidad de su piel y la reducción de sus pliegues.

La guinda, es ese labial hidratante, con la cantidad precisa de pigmento cereza. Una nueva Máxima de Holanda.

La última cena de gala de los reyes de Holanda no solo nos ha dejado algunos looks de Máxima y de su hija la princesa Amalia que analizar con detenimiento, también se ha convertido en un escenario en el que la piel de la argentina, prácticamente, deslumbraba más que la tiara Württemberg que coronaba su cabeza.

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