Isabelle Junot: "El Ozempic es lo opuesto a mi libro. Pero no puedo hablar a nivel médico"

Isabelle Junot, Marquesa de Cubas, acaba de lanzar un libro que es, en esencia, un manifiesto de bienestar realista y consciente: 'Eat girl! De la obsesión a la ilusión'. Alejada de modas y soluciones rápidas, la autora invita a replantear la relación con la comida, el cuerpo y las emociones desde un lugar de aceptación y autocuidado. Aborda temas de plena actualidad, para ella, que la verdadera transformación no pasa por atajos, sino por construir hábitos sostenibles y una relación saludable con uno mismo. Desde su experiencia personal y profesional, reivindica una vida más intuitiva, alejada de las imposiciones dietéticas y de la obsesión estética. Una propuesta fresca, empática y muy necesaria en una sociedad cada vez más presionada por los estándares. Hablamos con ella de esto y de mucho más:

P: ¿Cómo llegaste tú a esta forma de entender el bienestar?

R: Empecé porque las pautas tradicionales no me funcionaban. Intentaba dejar de comer azúcar, pero terminaba obsesionándome más. Me di cuenta de que faltaba algo: la verdadera pieza del rompecabezas era tener una relación sana con la comida y conmigo misma. Aprender a permitirme comer de todo, sin prohibiciones, cambió completamente mi ansiedad respecto a la alimentación.

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C.C

P: En nuestra sociedad el wellness ha tomado un papel fundamental…

R: Al final del día es mucho más que simplemente lo que pones en tu plato. Es lo que te alimentas en tu día a día. Dormir suficiente, obviamente lo que comes, cómo comes, lo que te dices mientras comes y después de comer, es como todo.

P: ¿La comida siempre tuvo un papel importante en tu vida o le has ido dando más importancia progresivamente?

R: Fue algo muy natural. La comida es parte de mi día a día y también de mi diálogo interno: qué debería comer o no, la culpa... Mi cambio consistió en empezar a tener un diálogo interno más lógico y positivo. Simplemente, me he enfocado en tener una voz lógica y aparcar el sistema de machaqueo continuo. Así que decidí estudiar más sobre la alimentación para no vivir en el miedo constante a comer lo equivocado, a comer lo insano, a engordar. Y así he llegado a este camino para ayudar a simplificar un poco la vida, tu relación con la comida, contigo mismo y tu cuerpo.

P: Itziar Digón, una psicóloga especialista en alimentación consciente, dice “Descubre una nueva forma de tratarte mientras comes”. ¿Cómo podemos conseguir hablarnos mejor? ¿Cómo conseguimos darle un giro a esa rutina psicológica de nuestra relación con la comida?

R: Lo primero es empezar por aceptar que hay que cambiar algo. Uno es intentar identificar lo que le estás haciendo, que es como parte normal de tu día a día: hablarte, machacarte, no en plan, "otra vez has comido mal" o "no deberías comer esto". Ahora que has comido esto, deberías hacer deporte…. Ser consciente de lo que te dices en tu día a día y cómo te lo dices. Intenta añadir siempre algo positivo. Nunca pretendo que frente al el espejo te digas "te amo mi amor", si no es muy real para ti. Si estás luchando contra una imagen corporal negativa toda tu vida. Pero sí que hay una manera de parar, de identificar que lo estás haciendo y simplemente dejar de hacerlo y pasar a otra cosa, pensar en otra narrativa. Y ahí es donde digo: si no puedes ser positivo, que sea neutro.

P: ¿Cómo lograste cambiar ese diálogo interno tan exigente?

R: Primero, siendo consciente de lo que me decía a diario. Cuando reconoces que te hablas mal, puedes empezar a transformar esos pensamientos en afirmaciones neutras o, si es posible, positivas.

P: Hablando de las nuevas generaciones, ¿crees que el enfoque hacia el aspecto físico está cambiando?

R: Por un lado, sí, hay avances y cada vez más se valora el bienestar por encima de la apariencia. Pero a la vez, las redes sociales fomentan la comparación constante. Es un terreno contradictorio.

P: ¿Qué feedback has recibido de tus lectoras?

R: Ha sido increíble. Me escriben diciendo que les ha cambiado la manera de relacionarse con la comida y consigo mismas.

P: ¿Cómo aplicas en tu vida diaria los principios de tu libro?

R: Escuchándome. No sigo reglas estrictas, sino que adapto mis decisiones a mis necesidades y objetivos, pero siempre desde la calma, no desde la exigencia. Pienso qué voy a hacer ese día, cuánta energía voy a requerir y si voy a hacer deporte de inmediato.

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P: Más allá de la nutrición, ¿qué hábitos de belleza y bienestar consideras imprescindibles?

R: Caminar todos los días, aunque no siempre sea hacer deporte de forma formal. Normalmente, hago Pilates y ejercicio de fuerza, pero ahora llevo dos semanas fuera de casa e intento mover el cuerpo cada vez que puedo. Con la niña encima se complica un poco, pero busco mis ratos. Y en cuanto a belleza, una rutina de cuidado facial básica pero constante.

P: ¿Qué importancia das al cuidado de la piel en casa?

R: Mucha. Me encanta mi ritual de limpieza y cuidado facial antes de dormir. Además, cuido mi hidratación interior, tomando electrolitos y asegurándome de mantener un buen balance de minerales.

P: ¿En tu familia también hay esa conciencia del bienestar?

R: Sí, tanto mi padre como mi madre se cuidan mucho. Dado el origen nórdico de mi madre, una familia muy nórdica en ese sentido, muy enfocada en el uso de fibras naturales en la ropa, alimentación equilibrada y vida al aire libre. De hecho, hasta teníamos en casa una máquina de agua de osmosis.

P: ¿Y la protección solar? ¿La tienes en cuenta?

R: Intento no ponerme directamente al sol en la cara. Sí, me expongo algo al cuerpo, pero siempre de manera consciente. Y elijo protectores solares con fórmulas que sean respetuosas con la piel y el medio ambiente.

P: Además de formación, ¿qué otros recursos te han ayudado a construir este libro y tu filosofía de vida?

R: Tengo certificaciones en mindful eating y alimentación intuitiva, pero, sobre todo, ha sido la práctica diaria y adaptarlo a mi vida real lo que me ha hecho integrarlo de verdad.

P: ¿Todo este aprendizaje también te ha ayudado en tu equilibrio profesional-personal?

R: Sin duda. Me ha enseñado a priorizar y a poner en el centro mi bienestar y el de mi familia.

P: ¿Cuál fue el mayor desafío al escribir tu libro?

R: Compaginarlo con el cuidado de mi hija y mi trabajo. Esa fue la parte más difícil. He intentado redactar un manual en el que hablo de enfoque, de rutinas, que ojalá existiera una varita mágica, pero como no la hay, intento enseñar a mejorar tu vitalidad, energía y esencia.

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P: ¿Qué opinas de los métodos rápidos para perder peso como las nuevas "varitas mágicas" como el Ozempic?

R: Es lo opuesto a mi libro. Pero no puedo hablar a nivel médico. A lo mejor hay pacientes que sí que lo necesitan y fenomenal que exista, como remedio rápido. Me parece que no es la solución y que se tiene que tener mucho cuidado con lo que sometes tu cuerpo, porque estás involucrando la insulina. No son soluciones reales. Prefiero un enfoque basado en cambiar hábitos y en trabajar la relación con la comida de forma sostenible.

P: Ahora estás en estados Unidos, viajas mucho. ¿Qué hábitos saludables has incorporado de otros países?

R: De Dinamarca, la cercanía a los productos locales y orgánicos y a cocinar las cosas en casa. De Estados Unidos, la creatividad en opciones saludables. Y de Francia, a incluir en la dieta productos ricos. Al final, me quedo con un equilibrio de todo.

P: ¿Qué perfiles sigues en redes sociales que te inspiran?

R: Sigo a personas que transmiten una relación sana con el deporte y la alimentación. Valoro mucho la autenticidad.

P: En la línea de la comida orgánica que antes mencionabas, ¿qué opinas de la moda sostenible?

R: Me encanta apoyar marcas pequeñas y de moda lenta de amigas, pero también soy práctica y flexible. Soy una mujer contemporánea. Creo que, como en todo, el equilibrio es la clave.

P: Para terminar, ¿cómo describirías el momento vital en el que estás?

R: Estoy viviendo un momento muy bonito con mi familia, mi hija y mi libro. Mucha alegría.

P: ¿Qué tendencias ves en el mundo de la belleza y el bienestar?

R: Todo lo relacionado con la autenticidad, el autocuidado consciente y el bienestar holístico. Cada vez más, la gente busca sentirse bien, no solo verse bien.