Angelina Jolie reaparece más rubia y maquillada con productos a imitar

Angelina Jolie ha vuelto a conquistar una alfombra roja con la fuerza silenciosa de quien domina el arte del estilo minimalista. La actriz reapareció en la 78ª edición del Festival de Cannes con una imagen renovada, que nos habla de una mujer en plena evolución estética. Más rubia, con un maquillaje perfectamente ejecutado y fiel a una marca que redefine la feminidad desde los 90: Tom Ford.

Una evolución capilar que culmina en el rubio más sofisticado

A lo largo de los años, hemos visto a Angelina experimentar con distintas tonalidades de cabello, desde los negros intensos de sus años más rebeldes, pasando por castaños profundos, hasta llegar a tonos miel y dorados. Sin embargo, lo que vimos en Cannes 2025 no es simplemente un cambio de color: es una declaración de intenciones.

El rubio que lleva ahora—luminoso, pero sobrio, sin estridencias—es el complemento perfecto de su nueva estética: minimalista, precisa y de una feminidad contenida. Le aporta luz al rostro y suaviza sus facciones angulosas, reforzando una imagen serena y poderosa. Es el tipo de tono que sugiere madurez estilística y autoconocimiento, no una moda pasajera.

Maquillaje Tom Ford: la nueva piel de Angelina

Aunque durante años fue embajadora de Guerlain, Jolie ha estrechado lazos con la casa Tom Ford, y no solo en moda. En esta aparición en Cannes, fue la estrella absoluta de la campaña Tom Ford Runway Lip Color, y su maquillaje estuvo completamente firmado por la marca del diseñador que redefinió la sensualidad de los años noventa.

El maquillador Raoul Alejandre fue el artífice de este look que equilibra dramatismo y naturalidad. En los ojos, usó el delineador en gel de Tom Ford en el tono 03 Black, logrando un trazo definido que alarga la mirada sin sobrecargar. La máscara Emotionproof y el esculpidor de cejas en tono Taupe sellan la intensidad con elegancia. Las mejillas, apenas sonrosadas con el colorete Shade and Illuminate Blush en 01 Brazen Rose, mantienen el rostro esculpido pero sin rigidez.

Y el broche final: los labios. Delineados con el lápiz Runway Lip Pencil en 102 Re-see, y rellenados con el Runway Lip Color en 01 Spanish Pink, un tono nude rosado que se funde con el resto del maquillaje y habla de una belleza atemporal. No hay nada estridente en este rostro: todo es armonía, sutileza y una impecable técnica de maquillaje editorial que cualquiera desearía imitar.

Vestida de Tom Ford: menos es mucho más

El vestido elegido también refuerza esta estética de simplicidad contundente. Se trata de una pieza asimétrica de punto de tiza, firmada por Haider Ackermann para Tom Ford. Es un diseño sin artificios, pero con un corte que exige precisión y seguridad para lucirse. No hay volúmenes innecesarios, ni adornos que distraigan: solo líneas limpias, textura sofisticada y un ajuste perfecto.

Es interesante observar cómo Jolie ha ido depurando su estilo hasta llegar a este punto: cada vez más alejada de los estilismos barrocos de hace una década, se ha instalado cómodamente en una estética que podríamos definir como power minimalism. La silueta habla por sí sola, y cada elección de maquillaje y peinado la acompaña en silencio.

Angelina Jolie parece haber encontrado en Tom Ford no solo un aliado estético, sino también un marco ideológico. La feminidad que propone el diseñador no es complaciente ni exagerada, sino poderosa en su contención. No necesita escotes ni lentejuelas para brillar; le basta con una piel trabajada, una línea de eyeliner impecable y un gesto seguro.

Aunque Guerlain la vinculó durante años a un imaginario más romántico, ahora Jolie transita con firmeza por una senda distinta: la de la mujer que ya no necesita explicar nada. Solo mostrarse. Y eso, en 2025, es el verdadero lujo.