Vuelven los rulos de vapor: rizan por más tiempo, no dañan el pelo y son más baratos

Ese momento en el que tus cookies funcionan de forma efectiva, tras buscar un sinfín de herramientas para moldear tu cabello, aparece un artilugio que creías que conocías, pero no.

Buceando en las profundidades de Amazon di con una genialidad que, aunque puede que lleve mucho tiempo existiendo, nunca había llegado a mis ojos: los rulos de vapor.

Primero fueron los rulos tradicionales, aquellos que precisaban que te hubieras peinado antes con cepillo redondo y secador, o Airwrap, y con ese calor residual, fijaban el cabello.

Luego, aquellos rulos que tu abuela calentaba en un cazo con agua se adaptaron a este siglo con los rulos calientes que tomaban temperatura de una resistencia, simplificando el proceso y devolviendo resultados muy útiles.

Pero ahora, la ciencia beauty ha aunado todo el expertise capilar a lo largo de la historia para crear los rulos de vapor, que vienen a ser un poco lo de antes, pero haciendo que todo el proceso sea enormemente sencillo.

En realidad, no es un novedoso lanzamiento, sino que se trata de los rulos de vapor de los 90 revisitados por tiktokers. Los más populares son los de la marca Caruso.

El funcionamiento de los rulos de vapor es el siguiente. Primero se coloca agua en el recipiente que va conectado a la corriente para calentar el agua y producir el vapor. Tras taparlo, se coloca en el orificio el rulo desnudo, sin su cobertor.

Tan solo hay que dejarlo en contacto con el vapor de 7 a 9 segundos, tras lo cual se enrolla en el cabello y se coloca la cobertura encima para que no se mueva. La temperatura que adquiere el rulo y la humedad actúan moldeando el mechón de pelo, incluso en cabellos rizados.

Tras dejar pasar el tiempo indicado, se retiran el rulo y la cobertura, devolviendo como resultado una onda grande y muy definida, pero sin el acabado artificial, sino más bien retro y con mucho volumen.

La temperatura controlada que adquiere el rulo y a la que se expone el cabello no resulta tan alta como para dañar la fibra capilar, pero si para que el pelo se adapte a la forma del rulo.

Su funcionamiento, por tanto, es similar al de modeladores del cabello sin calor como las diademas de raso, pero también logra la onda natural de los rulos tradicionales. A diferencia de los rulos calientes, al incorporar la humedad, el peinado se fija mucho más y la duración del bucle también es mayor.

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Plan B: rulos calientes

Mientras otras herramientas de peinado se han viralizado y agotado, los rulos de vapor mantienen su crecimiento silencioso y se han convertido en una alternativa tipo “secreto entre amigas”, más económico y sin daño.

Por supuesto, alternativas como los rulos calientes, habitualmente de cerámica como los de Babyliss Pro, también logran ese acabado de bucles retro, sin dañar el cabello.

El funcionamiento viene a ser muy similar, aunque los gadgets para calentar rulos suelen calentarlos todos a la vez, en ver de ir de uno en uno como ocurre con los rulos de vapor.

En unos 5 minutos enchufados a la corriente, los rulos adquieren la temperatura óptima. Se colocan mechón a mechón, se dejan actuar unos 20 minutos, se retiran y se cepilla el cabello para lograr un bucle menos marcado y con mucho volumen.