Claves de la decoración Hygge: ¿qué es y cómo aplicarlo en tu casa?
Pensada para hacer de nuestro hogar un lugar cargado de felicidad y buenos momentos, el estilo hygge nos ayuda a relajarnos y desconectar del mundo
Con el estilo de vida que llevamos, siempre corriendo de un lado para otro, sin tiempo apenas para nada, no es raro que, una vez que llegamos a casa, intentemos bajar el ritmo. Esto es lo que nos propone el estilo Hygge, una de esas tendencias decorativas que nos llegan desde Dinamarca y que nos invitan a frenar, aprender a disfrutar el momento y, por el camino, a volver a enamorarnos de nuestra casa.
El término Hygge se podría traducir como “bienestar” y hace referencia más a un estilo de vida que a un aspecto concreto. En el caso de la decoración de nuestra casa, lo que busca es la felicidad de sus habitantes, creando un rincón en el que poder disfrutar, solo o en compañía, de los pequeños placeres de la vida, centrándonos en los momentos que nos proporcionan felicidad y convirtiendo esa sensación en una forma de decorar nuestra casa.
Este estilo se considera en ocasiones una forma de encapsular esos sentimientos de felicidad que se producen cuando nos sentamos acurrucadas en el sofá para ver una película, cuando acariciamos a nuestra mascota o vemos llover desde la ventana, ese momento de placidez cuando damos el primer sorbo al café. Momentos puntuales que son clave y, por eso, en la decoración Hygge destaca la sencillez.
Esto es habitual en el estilo nórdico, ser conscientes de que menos es más y primar la calidad por encima de la cantidad, seleccionar algunos elementos que consigan hacer de nuestra casa un hogar cálido y agradable en el que nos sintamos a gusto, protegidas y felices. Pocos elementos pero escogidos con cuidado, como aquellos elaborados de materiales naturales, otro de los must de este estilo decorativo.
La naturaleza es muy importante, por eso cobran mayor importancia los muebles elaborados en madera y los textiles de algodón y lino en los meses más calurosos y las mantas tejidas en lana para los más fríos; mención especial merecen las plantas, que se extienden por toda la casa como forma de llenar de vida y de energía positiva nuestro hogar. La naturaleza avanza y la tecnología da un paso a un lado, vivir el momento desconectando de las redes sociales cobra una mayor importancia en este estilo de vida.
Se potencia la luz natural al máximo, apostando por los grandes ventanales, no es raro, puesto que los daneses disfrutan de menos horas de luz diarias. En nuestro caso con mantener despejadas las ventanas, sin dejar obstáculos que puedan impedir su entrada será suficiente, aunque no negaremos el atractivo de los grandes ventanales con vistas a zonas llenas de naturaleza.
Este tipo de decoración busca espacios agradables y cómodos por lo que los cojines son su complemento estrella, en sofás, sillones y camas, llenar los espacios de cojines hará que la estancia luzca más agradable. Algo que también podemos lograr gracias a la incorporación de velas aromáticas, de luces indirectas, detalles de artesanía como piezas de cerámica…
Elementos que nos ayudan a crear el ambiente adecuado para encontrar la paz y que potenciaremos seleccionando colores claros, tonos neutros que nos aporten serenidad y que a la vez nos ayuden a conseguir que nuestra casa se vea un poco más amplia, despejada y ligera, siguiendo las mismas pautas que los daneses siguen para ser algunas de las personas más felices del mundo.
Con el estilo de vida que llevamos, siempre corriendo de un lado para otro, sin tiempo apenas para nada, no es raro que, una vez que llegamos a casa, intentemos bajar el ritmo. Esto es lo que nos propone el estilo Hygge, una de esas tendencias decorativas que nos llegan desde Dinamarca y que nos invitan a frenar, aprender a disfrutar el momento y, por el camino, a volver a enamorarnos de nuestra casa.