Cinco trucos imprescindibles para lograr que tu salón se vea más luminoso

Si la cocina es el corazón de la casa, el salón no se queda atrás. En esta estancia pasamos mucho tiempo, es donde desconectamos de las cuestiones del día a día, donde aprovechamos para disfrutar de nuestros hobbies y pasar tiempo en familia, compartiendo ratos de diversión, por eso nuestro salón tiene que ser un lugar que nos invite a relajarnos.

Confortable, práctico y funcional, pero también todo lo luminoso que podamos, logrando así que este sea nuestro refugio y el lugar donde nos sintamos protegidas. Las ventanas juegan un papel importante para lograrlo, la luz es una de las mejores herramientas con las que contamos para decorar.

Una estancia luminosa es más acogedora y hasta puede parecer más grande, por eso potenciar la que tenemos y aprovecharla para sacarle el máximo partido puede ser nuestra mejor solución para que nuestro salón se vea como queremos.

Una buena idea para lograr que nada nos robe la luz que entra por las ventanas es evitar poner cortinas o estores. Esto puede producirnos una sensación extraña e incluso hacer que nuestro salón se vea frío y carente de personalidad, por eso, si las cortinas tienen que formar parte de la decoración, hay algunos trucos que podemos poner en práctica.

El primero de ellos es seleccionar unas cortinas ligeras y de colores claros, evitando que resulten demasiado pesadas, visual y físicamente. Unos visillos claros pueden lograr que tengamos intimidad y seguir filtrando la luz. Para evitar que las cortinas hagan que tus ventanas se vean más pequeñas, pon una barra más grande, que permita que cuelguen a ambos lados dejando toda la ventana descubierta.

Las habitaciones decoradas en colores claros también lograrán que el espacio se vea más luminosos. El blanco refleja la luz y por eso las paredes y los muebles en estas tonalidades pueden ser tus mejores aliados. Es importante escoger los colores adecuados, no hace falta que toda la habitación sea en este impoluto color, aprovecha los cremas, los crudos o los grises, y añade toques de color gracias a los textiles.

Otra forma de lograr que la luz que entre en la estancia parezca mayor es decorando con elementos de cristal, como con jarrones o piezas decorativas, pero también seleccionando una mesa de centro cuya superficie sea de este material. No es mala idea escogerlo también para las puertas, logrando que la luz fluya por toda la casa sin encontrarse obstáculos.

Esto lo lograremos evitando colocar frente a la ventana muebles que impidan que la luz entre en la estancia, evitando muebles demasiado altos que obstaculicen la entrada de luz. Colocar el sofá junto a la ventana es una idea estupenda, porque suele ser el lugar donde más tiempo pasamos, pero mejor si evitamos ponerlo justo debajo.

Será mejor ponerlos a un lado, dejando que la luz incida sobre él, pero sin que el alto del respaldo impida la entrada de luz. También podemos aprovechar para colocar bajo la ventana la zona de chaise longe, un mueble bajo o una pequeña estantería, elementos que queden por debajo del marco de la ventana.

Si a pesar de todo no conseguimos toda la luz natural que nos gustaría, las lámparas y espejos pueden ser nuestros mejores aliados. Gracias a la luz artificial lograremos la iluminación que deseamos y colocando los espejos en el lugar adecuado podremos reflejar la luz, pero también lograr una mayor profundidad, haciendo que la estancia parezca mayor.

Con estos sencillos trucos, que todos podemos poner en práctica, lograremos liberar el espacio y aprovechar todo lo posible la luz exterior. Eso sí, no podemos olvidar el truco definitivo: unos cristales limpios son la mejor manera de lograr un salón luminoso y agradable.