Los mejores colores para una cocina pequeña

Una correcta elección de los colores que empleemos en la decoración puede ser clave para sentirnos mejor con nuestra cocina. Hay colores y tonalidades que nos ayudan a sentirnos en calma, así lo recoge la psicología del color, que estudia las emociones que nos despiertan los distintos tonos y cómo nos hacen sentir.

Así, podremos escoger tonos relajantes en el dormitorio, otros que nos ayuden a concentrarnos en la zona de trabajo o estudio o conseguir que una habitación parezca un poco más grande. Centrándonos en la cocina, muchos son los trucos y tips de decoración que podemos poner en práctica para lograrlo, pero escoger los colores adecuados puede ser el mejor punto de partida.

El blanco es la elección más sencilla cuando queremos que nuestra cocina parezca más grande, tanto para las paredes como para el mobiliario. No solo conseguiremos una estancia más luminosa, también será un lugar donde la sensación de limpieza sea mejor, algo que nos encanta en toda la casa, pero sobre todo en cocinas y baños. Es un color fresco y luminoso, sobre todo si escogemos los acabados brillantes.

Podemos pensar que, al decorar nuestra cocina en tonos blancos, esta puede llegar a resultar aburrida, pero nada más lejos de la realidad, porque este color combina estupendamente con todas las tonalidades, por lo que si queremos ser un poco más atrevidos, solo tendremos que añadir pequeños detalles de colores alegres y vivos para evitar que nuestra cocina pueda resultar demasiado monótona. Uno de esos colores es el negro, con el que el blanco crea una combinación estupenda, clásica y elegante.

A pesar de que es un color estupendo, puede que el blanco no sea tu preferido, porque se ensucia con facilidad y hay que limpiarlo a menudo para que se vea bonito, otra opción nos la ofrecen los tonos neutros, siempre adecuados en decoración porque no sobrecargan el espacio y no resultan aburridos. Así puedes escoger una cocina en color gris, en tonos arena o en color beis, no hace falta que sea íntegramente en este color, también lo podemos combinar con blancos u otros tonos marrones. La clave es no excedernos en la combinación de colores, lo mejor es centrarnos en dos porque tres podrían ser demasiados para un espacio pequeño.

Estas son las elecciones más habituales, pero no son las únicas que podremos escoger, sobre todo si nos apetece que nuestra cocina tenga un toque de color. Los colores suaves son una gran elección, sobre todo si hablamos del verde y el azul, dos colores de absoluta tendencia en la decoración de cocinas. Los azules transmiten tranquilidad y, combinándolo con el blanco lograremos que no quede demasiado frío; los verdes por su parte inspiran calma y armonía y nos recuerdan a la naturaleza.

Se suelen escoger los tonos más suaves de estas tonalidades, como el azul bebé y el verde oliva, sin embargo no todo el mundo es partidario de ellos pues pueden llegar a parecerles demasiado cursis o infantiles. Si bien esto no es del todo cierto, pues todo dependerá de cómo los combines y del resto de la decoración, también hay algunas opciones un poco más alegres para las personas más atrevidas. Las cocinas luminosas se verán de lujo si escogemos muebles en color rojo, sobre todo porque quedan muy bien con los grises, por lo que se verá muy bonita si tus electrodomésticos son metálicos.

Otro de los colores que no suele ser nuestra primera opción, pero que puede darnos unos resultados espectaculares es el amarillo, pero mejor no escogerlo en su opción más fluorescente, porque puede llegar a resultarnos demasiado empalagoso. Queda muy bien con los blancos, negros y grises, pero para las cocinas pequeñas lo mejor es combinarlo con el blanco, que ayudará a suavizar la intensidad del color y evitará que nos cansemos de él demasiado pronto.

Si construir toda nuestra cocina con estos tonos nos parece un poco excesivo, podemos probar poco a poco, introduciendo en nuestra cocina blanca algunos elementos de color, como los electrodomésticos pequeños y no tan pequeños (neveras, tostadoras, cafeteras…), porque cada vez hay más opciones espectaculares de colores muy bonitos que pueden vestir nuestras cocinas de estilo.

Como ves, hay muchas opciones para lograr que nuestra cocina pequeña parezca un poco más grande de lo que es, apostando por los colores claros y tonos neutros, o combinando estos con colores suaves y otros un poco más alegres que llenen la estancia de energía sin hacer que pierda luminosidad, logrando de esta forma que nuestra cocina sea un lugar agradable, despejado y donde nos apetezca entrar a preparar deliciosos platos.