Recibe el año nuevo con una casa limpia y ordenada eliminando todo lo que sobra

Se ha terminado (al fin) el año 2021 y comienzan los rituales para dar la bienvenida al nuevo con la mejor de las ilusiones, con esperanzas y con las ganas de que las cosas sean mejores para todos. Tradiciones que repetimos año tras año o rituales nuevos de los que nos hablan y que prometen atraer la buena suerte que en los meses anteriores nos fue esquiva. Esto no siempre funciona, sin embargo, hay algunos tips, que se basan libremente en el Feng Shui, que podemos poner en práctica y que siempre son exitosos, porque nos ayudarán a recibir el año con una casa limpia y ordenada y, como consecuencia, con una nueva forma de ver el mundo y una mente en calma.

Dejar atrás las preocupaciones que nos traen de cabeza, pero cuya solución se escapa de nuestro control es un deseo habitual, pero no muy sencillo de conseguir, por eso hacer todo lo que esté en nuestra mano para lograrlo será bienvenido. Buscar la paz mental se ha convertido en una prioridad y si bien podemos recurrir a la meditación y otras técnicas efectivas, intentar que todo lo que nos rodea vibre a la misma frecuencia es otro modo de intentarlo. Nuestra casa es nuestro refugio, por eso nada mejor que eliminar todo lo que no nos hace bien y se convierte en ruido.

Aire nuevo, vida nueva

Una manera estupenda de sacar fuera de nuestro hogar todo lo malo es ventilar en condiciones nuestra casa. Abrir las ventanas, las puertas y crear corrientes de aire que hagan que lo malo salga fuera, se renueve el aire, respiremos un aire más limpio y comencemos de cero con las ilusiones renovadas. Eso sin contar con lo importante que es esta práctica a la hora de mantener la casa libre de ácaros, humedades e incluso olores desagradables. Un recordatorio físico de que estamos dispuestas a cambiar la forma de enfrentarnos al mundo y de que solo queremos quedarnos con lo bueno que nos ofrezca la vida.

Tirar como nuevo comienzo

De cara al nuevo año, nada mejor que comenzarlo sintiéndonos más ligeras. Ligeras de mente y cargas emocionales, pero también quitándonos el peso que supone tener la casa llena de cosas que no usamos y que están ocupando un espacio que necesitamos, es el momento de tirar todo lo que está roto, como las tazas o platos que están estropeados, o ese pequeño electrodoméstico que ya no tiene solución.

Mira en la despensa y elimina todo lo que esté caducado, haz lo propio con el botiquín, llevando a la farmacia los medicamentos que estén pasados de fecha. Deshazte de todo aquello que no utilizas y de lo que no planeas usar, esas cosas que guardaste por ser un regalo o porque pensabas que resultarían más prácticas de lo que han sido. También es el momento de deshacerte de la ropa vieja, la que has ido dejando para ponerte en casa y que en realidad no necesitas. Es el momento de darle una oportunidad a los nuevos comienzos y nada mejor que dejar fuera todo lo que ya no te hace feliz.

Arregla lo roto

Esto podría parecer una metáfora, y si lo quieres entender como tal no pondremos ninguna pega, pero hace referencia a poner en orden todos esos pequeños desperfectos que tenemos en casa y que hemos ido dejando para un momento mejor. Ahora ha llegado ese instante, ponte manos a la obra y repara, cambia, pinta, ajusta y actualiza todo lo que lo necesite ser arreglado.

Limpia todo en profundidad

Existen numerosos sistemas que nos invitan a limpiar nuestra casa en profundidad, algunos de ellos incluso nos ofrecen soluciones para que el proceso sea más rápido. Tanto si escogemos un sistema concreto como si nos dejamos llevar por nuestra propia intuición, no es mala idea comenzar el año haciendo una limpieza en condiciones. Comienza de arriba hacia abajo y no te olvides de los pequeños detalles que en ocasiones pasan desapercibidos, como los tiradores y los interruptores de la luz. Una vez esté todo resplandeciente, intenta mantenerlo así evitando algunos errores que nos hacen perder tiempo y dinero.

Ordena y organiza

Tal y como nos explica el método KoraKora, ordenar y organizar, aunque parezcan sinónimos, no son exactamente lo mismo. Organizar es un proceso previo, una forma de planificar todo lo que tenemos que hacer para encontrar la mejor forma y más efectiva de llevarlo a cabo; ordenar es un proceso diario, que nos invita a volver a colocar las cosas en su sitio para mantenerlo todo como nos gusta tenerlo. Este es un buen momento para hacer ambas cosas, para planificar cómo queremos que luzca nuestra casa a partir de ahora y establecer el plan para que sea de esta manera.

Si ya hemos sacado todo para decidir qué nos quedamos y qué tiramos, lo mejor será ordenarlo siguiendo un sistema que nos ayude a encontrarlo todo, por ejemplo, por categorías o por colores. Esto sirve para los armarios de la cocina, pero también para los de los dormitorios y los cajones, con todas nuestras cosas ordenadas descubriremos que tenemos un nuevo espacio para seguir creciendo, lo que sin duda es un estupendo propósito para año nuevo.