Inspiración Neo Classic: la nueva tendencia deco que llega para quedarse
Descubre las claves del estilo neoclásico y cómo este ha trascendido en el tiempo para continuar siendo uno de los más deseados y buscados en la decoración
Sofisticado y elegante, el estilo neoclásico invade nuestros hogares para aportarnos una mirada al pasado que se apoya en presente y promete continuar mucho tiempo en el futuro. Sentirnos a gusto en casa se ha convertido en una necesidad, encontrar la forma de lograr que este sea un espacio seguro, un lugar en el que podamos dejar las preocupaciones en la puerta porque nos abraza y nos cuida con su esencia, que es la nuestra también.
Quienes buscan un ambiente agradable, acogedor y cálido suelen apostar por diseños que acercan al estilo hygge escandinavo, donde los tejidos, materiales y texturas forman parte de un entramado mayor que busca hacernos disfrutar de los momentos de relax ayudándonos a conseguir la paz mental gracias a espacios que invitan a la calma, con colores antiestrés que nos envuelven y protegen.
Por otra parte, los amantes del minimalismo prefieren los espacios diáfanos, que para muchos pueden parecer fríos, pero que aprovechan los espacios para canalizar las emociones. Menos en más y los elementos que conforman este tipo de hogares son pocos, eso sí, seleccionados con mimo y siempre de calidad. El neoclasicismo en decoración también apuesta por elementos de calidad y lo hace con cierta intencionalidad y seleccionando aquellos que pueden ayudarle a crear el ambiente que busca.
Líneas sencillas y formas proporcionadas con las que se generan ambientes elegantes, inspirados en la esencia de la antigua Roma y la Grecia clásica, con detalles que reflejan la arquitectura de la época, que buscan espacios simétricos y bien equilibrados, con interiores tranquilos conseguidos a base de seleccionar los colores adecuados, algunos muebles con características concretas y, sobre todo, los complementos esenciales para poder construir un hogar donde el estilo sea el protagonista.
Los colores más empleados en este tipo de decoración suelen ser los tonos neutros, perfectos para diseñar un telón de fondo porque nos encontramos con tonalidades como el blanco, el gris o el beis que resultan muy tranquilizadoras, y también con los arena, marrones y tierra, que nos ayudan a sumar un poco de fuerza al conjunto. Sin embargo, el neoclásico no se queda aquí, sino que introduce algunos colores más llamativos, como el rojo, el morado, el negro o el dorado, siempre una buena idea en decoración.
Estos tonos se distribuyen por todas las superficies, tanto en los complementos y muebles como en las estructuras, que también suelen tener unas características determinadas. Por ejemplo, los suelos de mármol se convierten en un must mientras que las paredes viven divididas entre el papel pintado con motivos grecorromanos y las molduras y estucados, que aportan prestancia y seriedad. En los textiles se priorizan los colores lisos o estampados florales o con motivos relacionados con la naturaleza.
En los muebles encontramos de nuevo la presencia del mármol, pero la madera se convierte en gran protagonista. Suelen tener detalles que los identifican, como tallas en las patas o los respaldos de asientos o los marcos de espejos y cuadros. También forman parte de estos muebles típicos las banquetas en forma de X o las mesas semicirculares. Aunque si por algo destacan es por sus materiales de gran calidad, que también encontramos en los complementos que se selecciona para completar estos ambientes.
Suelen ser estancias muy luminosas, por lo que no es raro que para potenciar esto se empleen acabados brillantes o incluso metálicos. Adornos de mármol o piedra, jarrones sofisticados de inspiración helénica, varias capas de cortinas, espejos con marcos trabajados y labrados que hagan que la pieza destaque sobre la pared. Todo ello seleccionado con esmero buscando la simetría y la armonía, para estos espacios en los que el pasado y el futuro se dan la mano.
Sofisticado y elegante, el estilo neoclásico invade nuestros hogares para aportarnos una mirada al pasado que se apoya en presente y promete continuar mucho tiempo en el futuro. Sentirnos a gusto en casa se ha convertido en una necesidad, encontrar la forma de lograr que este sea un espacio seguro, un lugar en el que podamos dejar las preocupaciones en la puerta porque nos abraza y nos cuida con su esencia, que es la nuestra también.