Así puede ayudarte el método Kanban a organizar las tareas de casa

Una buena organización es indispensable a la hora de lograr nuestros objetivos. Esto no es diferente cuando lo que queremos es aprovechar al máximo nuestro tiempo de ocio para poder hacer cuanto antes y de forma más eficiente las tareas del hogar, en general una actividad tediosa y poco satisfactoria, pero necesaria cuando queremos que nuestra casa sea un hogar limpio y ordenado. Tenerlo todo perfectamente pensado antes de ponernos manos a la obra puede hacer que esta tarea sea más llevadera.

Esto no quiere decir que no existan personas que disfruten limpiando y recogiendo, incluso quienes hayan encontrado la forma de convertirla en una suerte de meditación, como los seguidores del cleanfulness, que aprovechan los movimientos rítmicos y las tareas rutinarias para calmar su mente y disfrutar de un poco de paz; siempre que sea una elección personal, podremos encontrarle el gusto a la limpieza de casa.

No suele ser así, en la mayoría de las ocasiones esta es una tarea impuesta, de la que no podemos escaquearnos, por lo que nada mejor que emplear todas las herramientas que tenemos en nuestras manos para lograr terminar de un modo más rápido y trabajando de manera eficaz. Así, siempre podemos confiar en los consejos que los expertos ponen a nuestra disposición, adoptando el sistema de doblado que ha popularizado Marie Kondo o aprendiendo a colocarlo todo en la despensa como nos recomiendan en el método The Home Edit.

Sin embargo, todos ellos tienen claro que ordenar y organizar no es lo mismo, tal y como confirma María Zamora, creadora del método KoraKora. Organizar es un proceso previo, más largo y que se hace en momentos puntuales, nos ayuda a planificar cuál es la mejor forma de conseguir hacer todo lo que tenemos pendiente. Ordenar es la parte en la que nos ponemos manos a la obra y será mucho más sencillo si hemos hecho bien el punto anterior.

En general, este tipo de métodos y sistemas se centran en la parte de ordenar y limpiar, poniendo a nuestra disposición trucos y consejos prácticos que harán las tareas más sencillas. Esto es estupendo, pues nos abren los ojos a errores que solemos cometer, como limpiar el producto desinfectante sin dejar que haga efecto o excedernos con la cantidad de producto empleado, tal y como aprendimos de la fundadora de Clean Casa. En realidad esto hace que tengamos que trabajar más y gracias a estos tips aprendemos a hacerlo mejor, para tener que esforzarnos menos.

El método kanban se centra en la parte organizativa, la que nos ayuda a eliminar un peso mental, pues teniendo ya las cosas pensadas previamente, no nos veremos en la obligación de tener ese recordatorio constante. Planificar es una de las mejores estrategias para alcanzar el éxito, ya sea a la hora de hacer la compra, cuando establecemos nuestras prioridades en el trabajo o, como en este caso, a la hora de hacerlos un esquema para las tareas del hogar.

Esta no era la función original del sistema kanban, que es una palabra de origen japonés que significa tarjetas visuales. Fue ideada por Toyota para coordinar las necesidades que tenía cada grupo de trabajo dentro de la cadena de producción. Es una forma visual y sencilla de organizar proyectos y, aunque puede ser muy útil para gestionar las tareas de casa, lo cierto es que también se puede emplear para otras muchas cosas, solo es necesario un poco de paciencia, un tablero y post-it o notas de colores.

Organización en 5 pasos

El primero de ellos es conseguir un estupendo tablón que nos ayude con la tarea, aquí priman los gustos de cada cual pues puede ser de corcho, magnético o incluso de pizarra. Sobre él tendremos que hacer tres columnas, que corresponden a tres opciones diferentes: pendiente, en curso y terminado.

El paso número dos será dividir la sección ‘en curso’ en varias líneas, una para cada miembro de la familia, pues recordemos que lo mejor es integrar a todo el mundo en la tarea, para que poco a poco los más pequeños de la casa entiendan que es trabajo de todos cuidar la casa, y no que todo el esfuerzo recaiga sobre los hombros de una misma persona. El tercer paso es colocar las notitas con las tareas en la columna de ‘pendientes’.

Cada día, y este se podría considerar el paso número cuatro, se asigna a cada persona las tareas que tiene que finalizar, en función de la prioridad que requiera cada una. El último de los pasos es colocar la nota con la tarea en la columna marcada como ‘terminado’, eso sí, una vez que hayamos acabado por completo con lo que nos ha sido asignado. Estas notas pueden ser más o menos fijas, o podemos hacerlas cada vez, podemos hacer que completar una tarea sea motivo de alegría, motivando a todos a participar con más ganas…

Las posibilidades que nos ofrece son muchas y no todas las tareas tienen que ser igual de importantes, es evidente que un niño no va a limpiar el baño, pero seguro que puede llevar su plato a la cocina. Con este sistema, todo el mundo colabora, todo el mundo hace su parte y todos sienten la satisfacción de poder tachar las tareas realizadas y disfrutar de una casa limpia y ordenada. Además de evitar el peso mental que supone tener que pensarlo todo.