Trucos para no pasar calor durante la noche sin utilizar aún el aire acondicionado

En esta época del año no es lo más habitual, pero cuando el calor llega sin avisar, nada mejor que plantarle cara con las herramientas que tenemos a nuestro alcance. La decoración es una de ellas, con tonos neutros y colores claros, así como la alimentación, escogiendo platos refrescantes y ligeros que nos ayuden a no sentirnos pesados.

La clave de todo está en no dejar que el calor se meta en casa, intentando que este ambiente permanezca lo más fresco posible, sobre todo para poder dormir bien por la noche. Una mala noche de sueño no es solo una molestia en el momento, también hará que el día siguiente se nos haga cuesta arriba.

Nos costará más concentrarnos, será más difícil mantener el foco en las tareas pendientes y además nos sentiremos más irritables. Si esto solo sucede un día, puede ser más o menos llevadero, pero cuando se repite varias noches puede llegar a suponer un problema y crearnos un conflicto en nuestra vida laboral, familiar y social.

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Trucos para no pasar calor durante la noche

Aunque lo primero que nos venga a la mente al pensar en noches frescas sea el aire acondicionado, no todo el mundo tiene este sistema a su disposición (o quiere dormir con él activado por la noche). Por suerte existen algunas alternativas, que no suponen un gasto económico tan elevado y que dan como resultado también un ambiente confortable.

Lo primero que tenemos que hacer es tener cuidado en el dormitorio, no dejar las ventanas abiertas durante las horas de más calor o dejar que el sol entre de lleno. Por eso, lo mejor es mantener las persianas y cortinas cerradas en esos momentos y, una vez que cae la noche y las temperaturas son más suaves, abrir para ventilar y refrescar el ambiente.

También los textiles pueden ser nuestros mejores aliados, escoger sábanas de algodón que transpiren bien y absorban el sudor o pijamas finos de verano, incluso no es mala idea prescindir del pijama. Una buena ropa de cama puede ayudar a que el momento de meternos en la cama sea refrescante.

Otro truco infalible es darse una ducha antes de ir a dormir, lo que no está tan claro es si es mejor con agua fría o caliente, ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes. En general, una ducha templada será lo mejor, porque aumenta la humedad del ambiente, lo que hace que sea más difícil que el sudor se evapore, regulando mejor nuestra temperatura.

Cena ligero, bebe la suficiente agua fresca para permanecer bien hidratado y apaga todos los aparatos eléctricos que generan luz, pero también calor. De este modo, además, ahorrarás un poco.