Rocío Osorno nos muestra la decoración de su nuevo piso en Madrid

Cada vez está más a gusto en su nueva casa, porque los detalles que la convierten en su hogar ideal cada vez son más. Fue impactante que Rocío Osorno decidiera dejar Sevilla y mudarse a Madrid, sobre todo porque acababa de terminar una gran reforma para convertir su casa hispalense en el lugar perfecto para ella y su familia.

Sus compromisos profesionales pudieron más y por eso tomó la decisión de trasladarse a un piso de la capital, un piso que, para sorpresa de muchos, ya estaba amueblado.

Esto no ha sido impedimento para que, con el paso del tiempo, Rocío haya ido cambiando todo -o casi todo- lo que no le convencía por complementos y detalles con los que sí se identifica. Algunas lámparas se han quedado, otros complementos ha optado por cambiarlos, recuperando algunos que ya tenía y dejando volar su imaginación y apostando por compras nuevas.

Un trabajo que todavía no ha terminado, pues, tal y como ha confesado a sus seguidores a través de sus redes sociales, hay cosas que necesita acabar y otras que había pensado dejar tal y como están, pero que no descarta cambiar un poco más adelante. Este es el caso del sofá y la mesa de centro del salón, casi los únicos supervivientes de la decoración original, aunque parecen tener las horas contadas.

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Confirmaba que el sillón y los pufs eran nuevos, escogidos por ella y de tejido blanco de buclé. También reconocía haber cambiado la alfombra de esta zona de la casa, trayendo consigo la que tenía anteriormente en su casa de Sevilla, un complemento que se encuentra entre sus preferidos y que no es la primera vez que la acompaña en una mudanza.

Algunos cambios son más notables que otros; por ejemplo, ha quitado la televisión del lugar en el que se encontraba, uno de los extremos del salón, y ha convertido ese rincón en una sala de estar, con sillones confortables a ras de suelo, ideales para esta zona de juegos o de lectura.

Sus planes son poner allí una chimenea; le parecía poco seguro tener la televisión en esta zona de paso, sobre todo teniendo niños pequeños en casa, por lo que la ha cambiado de lugar. Con la chimenea, además de sumar calidez y personalidad, también divide los espacios, dejando que el salón, el comedor y la cocina queden comunicados.

Tal y como hemos señalado, el sofá y la gran mesa de centro con formas curvas y sinuosas son los mismos que la recibieron al aterrizar en Madrid. Entre risas confesaba en sus stories de Instagram que en realidad lo que le gustaría sería tener un sofá en tonos claros y una mesa de policarbonato.

Mientras que la cocina parece que ha quedado igual, la zona de comedor sí que ha sufrido notables cambios. En concreto, ha cambiado todas las sillas que rodean la gran mesa, porque le parecían incómodas. Ahora tiene varias sillas que sí son de su agrado, con asientos confortables y acabados cannage, clásicas y modernas a partes iguales.

Esta es la zona donde más cambios podemos observar, pero todavía quedan muchas estancias que analizar, descubrir y compartir. De momento, Rocío ha dejado que sus seguidores disfruten de estas estancias, pero también que descubran algunos detalles deco extra, como la zona de entrada, con una mesa alta, un espejo redondo, una lámpara metálica sobre la mesa y otra en el techo, con detalles en dorado, que suman brillo y estilo.

También hemos podido colarnos en el cuarto de baño, donde podemos encontrar complementos clásicos, como la alfombra de ducha y un taburete de madera, pero también otros un poco más originales, como el taburete rosa pastel que se encuentra junto a la bañera. Esta estancia cuenta con una práctica ducha, pero también con una elegante bañera exenta, completamente de tendencia.

Toda la decoración, tanto la nueva como la que ya tenía la casa, parece estar pensada para poder disfrutar de la gran cantidad de luz que tiene este piso, que cuenta con varios balconcitos pequeños, muy típicos de las casas de esta zona de la capital. Rocío está disfrutando su nueva vida y el cambio de lugar, pero aún más lo están aprovechando sus plantas, que parecen haber encontrado junto a las ventanas su lugar perfecto para crecer y ser felices.

Tan felices como lo es ella con su nuevo dormitorio, la estancia que menos muestra, tal vez por ser una de las más privadas. Este rincón destaca porque tiene una zona de despacho, pero también porque una de las paredes está pintada en un llamativo y elegante color azul con el que Rocío parece más que conforme.

Tampoco nos ha dejado ver mucho su vestidor, pero con las pequeñas pinceladas que nos ha regalado, parece claro que puede ser la envidia de muchas. Un espacio conectado con el dormitorio y que ya se intuía en el primer tour que hizo nada más mudarse a esta vivienda.

Un cambio tomado por motivos profesionales y con ciertas dudas por parte de Osorno, que no descartaba regresar a Sevilla si las cosas no salían como ella esperaba. Ahora parece que el tiempo ha demostrado que la decisión fue acertada y su nuevo hogar, que crece y cambia con ella, así lo demuestra. Se está convirtiendo en un lugar en el que siente cómoda, segura y feliz.