¿Tienes alergia? Estos son los básicos que debes limpiar para no sufrirla en casa

El cambio de estación de la primavera al verano es un momento muy esperado para mucha gente. Llega la época de los colores vivos, de los looks comfy y de las quedadas al aire libre. Sin embargo, también es la etapa del cambio de armario y de otras cosas que no agradan mucho, como las alergias.

El polen, el polvo y otros factores inciden en nuestro estado de salud, provocándonos la temida alergia primaveral. Algunos de los efectos más comunes son estornudos, picazón, obstrucción de las fosas nasales y, en ocasiones, fiebre. Para evitar estos síntomas, una de las cosas que más deberíamos tener en cuenta es la limpieza de la casa. Una tarea habitual ya establecida en nuestras vidas, pero es imprescindible reivindicar su importancia en esta ocasión. A la hora de ordenar nuestro hogar, debemos tener en cuenta el cuidado y el mantenimiento de estos básicos.

Los colchones y las almohadas

La limpieza de los colchones y las almohadas de la cama es muy importante. Además de ser el punto de encuentro de los ácaros, normalmente la cama suele estar al lado de una ventana o una puerta. Cuando las dejamos abiertas, entra del exterior cualquier resto de polvo y se va acumulando encima de ellos.

Es por esta razón de lavar mínimo una vez a la semana tanto nuestro juego de camas como las fundas de los cojines o almohadas. Para ello, lo importante es usar productos antiácaros y que desinfecten a una temperatura acorde, y usar colchones de látex o viscoelástica para evitar la acumulación de polen.

Las superficies de muebles, importante

Sin duda, uno de los sitios donde más se acumula y más visible puede ser. Las superficies de los muebles también hay que mantenerlos a raya, puesto que es ahí donde más se llena de polvo. Solo hay que pasarle una bayeta antipolvo y ver todo lo que ha ido acumulando. Lo ideal sería hacerlo una vez cada tres días, ya que es muy fácil y rápido que se llene, y debemos evitarlo a toda costa. En el caso de otros como los sofás o sillas con tejido, usar un aspirador.

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Para ello, nuestra recomendación es que, si te da mucha pereza hacerlo, tener a mano o guardado cerca de los muebles alguna herramienta de limpieza como un plumero o una bayeta limpia y el producto correspondiente para la superficie. De este modo, cuando notes que se ha vuelto a llenar de polvo, lo único que tendrás que hacer es pasarlo y en menos de treinta segundos lo tienes solucionado.

Las cortinas y las ventanas

Lo más directo al exterior. Las ventanas y las cortinas son pasto del polvo y polen y en ellas se acumulan muchos restos, aunque no los veamos a simple vista. Es por esta razón su constante limpieza y mantenimiento para evitar que suceda esto. Para los cristales, hacer lo mismo que en el anterior ejemplo. Guardar en algún sitio cercano a las ventanas un producto antipolvo y una bayeta. En el caso de las cortinas, lavarlas una vez a la semana, como mínimo, y escoger unas que sean de tejido fino y material sintético.

Además de estos básicos, no hay que dejar un lado otras zonas como el suelo, los azulejos y las superficies de la cocina y el baño. Mantener la casa ordenada y limpia permitirá que disfrutes de tu hogar y que la alergia no se ponga en tu camino. Este sitio es tu templo y debes mantenerlo como tal.