Blanca Entrecanales

el piso de una granjera en Madrid

Mesa decorada puesta y decorada
Posado
Texto Cris Castany
Foto Esi Seilern
Formato Marina G. Ortega | María Mateo
Producción Flair Studio
Estilismo Marieta Yanguas
Maquillaje y peluquería Jehosua Vögele para L'Oréal Professionel
B

lanca ha tenido varias vidas en una, “¡pero quién no!”, según nos dice ella misma, sentada en su salón una soleada mañana de invierno. Forma parte de la tercera generación de una saga empresarial mítica en España, los Entrecanales Domecq. Hace doce años se hizo responsable de una finca y decidió explotarla con un principio básico: crear un proyecto ecológico y sostenible. “Y ya sabes, en la vida al final se toman decisiones sin saber muy bien, sin tenerlas previstas, pero por circunstancias te hacen avanzar”.

Todo fueron señales, un accidente en el que la arrolló un tren y al que sobrevivió fue la inspiración para el nombre. Un cambio personal en su vida que la invitó a mirar esas tierras que había comprado en Castilla con otros ojos. Y pasó de vivir entre Madrid y París a concentrar su actividad en Toledo: “Cambió totalmente mis coordenadas. Cambié de vida, y recordé muchas cosas que había aprendido en París y que siempre había visto en Acciona, desde hace 20 años. La preocupación por el planeta se manejaba en los consejos familiares de la empresa y en ningún lugar se hablaba de ello. Formar parte de esas conversaciones y mi experiencia en Francia me hicieron más sensible al valor de la sostenibilidad que ya tenía integrado en mí”.

Salón
El color caldera en el salón, combinado con blanco, aporta calidez. La combinación con texturas naturales como la rafia y la madera crea un efecto acogedor.

Así nació Dehesa El Milagro, nada planificado y ha resultado ser un auténtico milagro. Esa finca tradicional donde pastaban antes 2.000 ovejas se ha convertido en una granja ecológica, en una tierra sana donde se producen alimentos sanos que llegan hasta las familias. 

Hace un año que Blanca Entrecanales se cambió de casa. Y empezó una nueva etapa en este dúplex de Madrid, en un nuevo barrio, y en este emplazamiento nos cuenta todo sobre el proyecto que ocupa su vida desde 2011.

Todo empezó en un curso de agricultura ecológica y regenerativa en Ronda hace 11 años. Allí se fue, según nos relata, con su equipo recién montado y su hijo, y le hablaron de conceptos muy nuevos para ella. Las bonanzas de mezclar animales con agricultura, de la rotación del ganado por las parcelas para enriquecer el suelo, una corriente llamada manejo holístico, iniciada por Allan Savory, y que hoy también toma el nombre de agricultura regenerativa. Nos recomienda su charla TED.

Dormitorio
En la habitación, los cuadros se alinean entre detalles de pasamanería sobre una pared tapizada.

La zona del vestidor destaca por la bañera que reposa entre armarios cerrados con cortinas de terciopelo.
Dormitorio

Aquellos días les hablaron de un concepto muy novedoso: el combinar animales y agricultura en una granja. Es a la vez innovador y antiguo. “En aquel curso me hablaron de la importancia de cuidar el suelo, la vida microbiológica que hay en él. Para hacerlo, es perfecto que los animales circulen por las parcelas y por los cultivos abonando naturalmente. La certificación ecológica es algo que viene de forma muy natural cuando se hacen las cosas así, ya que enriquecemos la tierra de otro modo, y las plantas crecen mejor con un suelo más sano, sin necesidad de añadirles químicos de síntesis, y además cuando el ecosistema está fuerte y equilibrado, las plagas son menos frecuentes”, explica Blanca. 

“Hoy en día se ha puesto de moda ese término de agricultura regenerativa, que va más allá de lo ecológico. Por él se entiende todo lo que acabo de mencionar. Se cuida tanto el suelo que incluso se intenta evitar el laboreo para no romper la vida microbiana que hay en él. Nosotros lo hacemos para mejorar nuestras praderas, pero no siempre. Elaboramos el pienso de nuestro ganado, y es imposible que prospere un cultivo de cereal sin usar herbicidas químicos, algo que no podemos hacer por ser ecológicos”.

Su pasión por los interiores y por la original utilización del color es una constante en todas las estancias. 

“En este concepto -añade- también es importante el preservar la biodiversidad, algo que nosotros tenemos muy presente, porque en una granja hay un poco de todo, muy al contrario de lo que ocurre en la ganadería intensiva y de los monocultivos. A todo el trabajo se añade que tenemos reforestación de arbustos autóctonos, que permiten que la fauna se aloje en esas zonas”.

Acaban de recibir un congreso que trata sobre agricultura regenerativa estos días y reconoce que ha sido muy interesante. Por ahora, según nos comenta Blanca, se está definiendo este concepto, pero lo que es muy alentador es que exista esa inquietud por hacer las cosas mejor en el sector primario. Se trata de producir alimentos sin estropear la naturaleza y preocupándose del bienestar de las personas que viven del campo.

Posado en la cocina
Blanca Entrecanales, la propietaria de la vivienda, posa en la cocina entre hortalizas de 'Dehesa El Milagro' y algunos de los productos envasados que venden en sus tiendas.

En esta conversación habla de la excelencia, algo que cuida desde el origen en el campo y que destila cada rincón en esta vivienda, un proyecto hecho íntegramente por su hija, la interiorista Marta de la Rica, en la que posó toda su confianza.

Denota pasión por lo que hace y nos confiesa que, aunque va todas las semanas a la finca, vive en Madrid porque es aquí donde la empresa la necesita más, además quiere estar cerca de su madre y su hermano, que también la requieren.

“Teniendo en cuenta el problema del cambio climático nosotros ponemos un granito de arena en un camino largo, por eso desde el principio trabajamos en la regeneración. No solo cuidas para que no se deteriore, sino que tienes que mejorar”.

Armario
Dormitorio
La habitación de las nietas de Blanca mantiene la línea cromática de la casa y tiene un toque de inspiración circense. El armario es una pieza antigua.

También nos detalla punto por punto el funcionamiento de las certificaciones, un mundo que ha ido descubriendo y en el que ya, o por lo menos nos lo parece a nosotros, se maneja con soltura. “Me gusta decir que cuidamos la excelencia desde el origen. Creo que producir con certificado ecológico es una prueba de excelencia, nos vigilan cantidad de detalles: desde el bienestar animal, que no añadamos ningún tipo de químicos en los cultivos, que no demos antibióticos de forma preventiva a los animales (como es necesario cuando los animales están estabulados), ni sustancias que promuevan el engorde, etc”. Todos suponen una garantía para la salud tanto humana como del planeta.

A continuación, nos describe el obrador: “El trabajo allí se inició hace seis años vendiendo el capón relleno en Navidad y hoy nuestro surtido para estas fiestas ha aumentado. Tenemos el capón, que es un pollo castrado, que engorda más y con una carne superjugosa, pero también vendemos el pollo relleno (le llamamos ‘poulet farci’, porque nos parece una denominación más adecuada para estas fiestas) y otra delicatessen que es la pierna de cordero lechal deshuesada y rellena. Además, hacemos los acompañamientos navideños. A mí me encanta la frase de que somos ‘granjeros y cocinillas’, y es verdad. Soy alguien muy perfeccionista y me gusta cuidar la excelencia ya desde la cría de los animales, con el certificado ecológico”.

En la decoración se observan influencias de Nueva York, donde vivió Blanca de recién casada y su hija Marta de la Rica, y también de Biarritz.

“El manejo holístico, como te acabo de explicar, también lo trasladamos al momento de cocinar, siempre me ha gustado mucho la cocina y comer bien, y pruebo los platos hasta que el sabor es realmente conseguido. Date cuenta de que tenemos que competir en el mercado con muchas otras marcas que sin ser ecológicas ofrecen un surtido similar al nuestro. Hay que explicar el valor añadido del producto que realizamos y esto implica un gran esfuerzo. Yo me ocupo personalmente del marketing, creo que soy quien mejor conoce el producto y cómo funciona nuestra granja en origen para poder explicarlo. Por eso llevo también las redes sociales, me dan mucho trabajo, pero de esta manera la comunicación es auténtica. Me supondría más trabajo el tener que explicarle a alguien cómo funciona todo. Además me ha entrado el gusanillo de la edición de vídeos para reels y me pego unas pechadas a montar vídeos cortos…”.

Además de los productos de Navidad, hacen cremas, caldos, salsas, hummus y platos de carne en salsa, siempre de origen de sus ganaderías. Un equipo de aproximadamente 34 personas entre el campo y las oficinas de Madrid. A la cabeza están los dos Gustavos, uno es el director del negocio y el otro es el director agropecuario en la finca.

Salón con cuadro de Sorolla
Sofás nuevos y sillones antiguos tapizados de terciopelo, que ha llevado de casa en casa, conviven en toda la vivienda.

En El Milagro hay cuatro ganaderías: 100 vacas avileñas cruzadas por limousin, 350 ovejas talaveranas, una media de 1.000 pollos y 1.300 gallinas de puesta. Vacas y ovejas son de razas autóctonas, elegidas porque son las que mejor se adaptan al clima y al terreno, y los pollos de crecimiento lento.

“Como nos gusta criar animales guiados por la naturaleza, nos alejamos de las razas de pollos modernas en las que se consiguen animales gordos, con mucha pechuga en menos tiempo. Nuestros pollos crecen más despacio, y tienen una armonía entre músculo, órganos vitales y esqueleto, dando lugar a carne más firme y un poco más oscura, pero también más sabrosa. El pollo vive 14 semanas, frente a las 5 o 7 semanas que viven los broiler. Además, viven en un vergel de frutales plantado siguiendo las curvas de nivel del terreno, para aprovechar mejor el agua de lluvia que se desliza por el subsuelo. Este es un ejemplo más del beneficio de juntar animales y agricultura. Los animales reciben sombra, y los árboles, desbroce y abonado natural.”

Ahora ya está todo muy armado, pero nos reconoce que ha sido una carrera en la que ha habido muchos obstáculos como en cualquier empresa. Hay que ser ágil, corregir errores y p’alante.

Baño
Cada detalle merece atención, como los colgadores con formas de cabezas de animales que encontramos en el espacio infantil. Los apliques de las paredes y las griferías de todos los espacios apuestan por el dorado.
Perchero

Cuando de repente haces un cambio de este tipo, ¿qué te dice tu familia? 

Todo fue llegando con naturalidad, despacio, y el que está cerca de ti al final te escucha. En mi familia son muy respetuosos, nadie se mete en nada.


Organizo una cena de Navidad… ¿Qué me recomiendas?

El capón es el más famoso y está buenísimo, pero ahora lanzamos nuevos productos: los platos de albóndigas de cordero, albóndigas de pollo, pollo en salsa de ajo asado, y tenemos ilusión porque hemos ido del producto envasado al vacío al tarro de cristal, que ha pasado de durar 40 días a un año. El tarro es más ecológico, más reciclable, dura más y lo puedes mantener en la despensa. 


Hemos leído que te compran los Reyes… ¿Qué clientes te hacen ilusión?

La familia real a veces compra en nuestra tienda de El Corte Inglés de Pozuelo. A mí me hace ilusión que me lo digan todos y cada uno de los que me encuentro y que lo compren amigos o no amigos, lo más importante es que les guste el producto. 

Dormitorio
Las telas cobran máxima importancia en esta casa: tanto las paredes, como el cabecero.

Ante esta pregunta hace gala de una completa discreción. Es una de sus señas de distinción, y sabemos que su agenda está llena de nombres relevantes a los que no hace alusión en ningún momento, pero que vemos al día siguiente, cuando la acompañan en un evento que ha montado la propia Blanca para apoyar el negocio de la lana. La convocatoria reúne a amigos como Tomás Alía, Lorenzo Castillo, Ynés Suelves y el matrimonio Torretta, además de muchos otros nombres propios. Los reúne en un evento en el que el protagonista es Ramón, un experto en lana que además de contar su proyecto Wool4life no cesa de halagar a su mecenas, que le apoya gratuitamente en este proyecto titánico.

Y aun con estos datos en la mano, ella mantiene que no trabaja para dejar huella, “a mí me encanta lo que hago”, y cuando le preguntamos si lo hace por sus nietos, para dar ejemplo, se encoge con humildad: “La verdad es que lo de los nietos es mágico, es maravilloso, pues tienes unas personitas que te quieren ya porque sí, pero si además te admiran y eso, es genial”.

Las nietas de Blanca tienen su espacio especial para ellas en esta casa.

Hablamos de alimentación, de lo que cuesta instaurar buenos hábitos y de que al final sus alimentos trabajan en busca de una concienciación alimentaria: “Soy perfeccionista a tope y si hago una cosa la hago bien, además soy muy obsesiva y me cuesta delegar. Lo que está claro es que algo estamos haciendo bien porque nos han elegido como sede para celebrar este congreso de agricultura regenerativa. Te diré más, la directiva europea que pretende cambiar el modelo de consumo y de producción en Europa se llama ‘De la granja a la mesa’ y, al final, pues es lo que hacemos, es nuestro lema. Intento hacer las cosas bien desde mi pequeña parcela, lo mejor que puedo y no dañando al planeta”.

Blanca posa frente a la mesa de comedor
Blanca posa frente a la mesa de comedor con la decoración navideña y los platos que suelen disfrutar en familia.

Te defines como una granjera en Madrid, ¿qué tiene de esa parte de ti esta casa? 

Mira, este piso no tiene nada de granjera. Es muy muy colorido, muy refinado, porque tengo la suerte enorme de que tengo una hija decoradora que es un genio. Y la verdad, que yo tanto en El Milagro como aquí no me he ocupado de nada, porque Marta lo ha hecho todo. Ella es la responsable de la estructura, sobre todo del colorido, por supuesto me preguntaba cosas específicas por WhatsApp. Pero es una maravilla tener a una hija que sabe que tienes total confianza y que te hace esta preciosidad. Al final, yo he puesto los cuadros, las lámparas, los detalles decorativos pequeños... Pero lo importante aquí es el concepto. Luego ya poner los toques finales es lo fácil.


¿Ves reflejada tu personalidad?

Yo siempre he sido de alturas, me encanta ver el cielo. No podría estar en la planta baja o con una pared delante, y en eso sí es muy yo, soy muy de vistas. Por ejemplo, en un restaurante no puedo sentarme mirando a la pared. A veces puedo parecer maleducada, pero siempre me pongo mirando hacia fuera. Mi mesa de despacho, por ejemplo, mira al exterior.


¿Cuál es tu rincón favorito?

Mi despacho. Pues es muy agradable y muy pequeñito. Y esta salita también es agradable.

Cocina
La cocina, con la encimera roja y armarios de madera, fue diseñada, al igual que el resto de la casa, por Marta de la Rica.

¿Cuánto llevas viviendo aquí? 

Solo un año, por eso no me ha dado tiempo a poner bien las terrazas, que son maravillosas. Me ha cogido el toro. Pero para mí lo mejor de esta casa es que vivo con mi madre en este edificio, que fue la intención de venir aquí. Pues tengo una madre mayor y un hermano síndrome de Down. Tenemos esta carambola increíble, y es que yo vivo en el tercero y ella vive en el primero.


¿Qué objetos han ido contigo de casa en casa? 

Los cuadros, algunos heredados de mis abuelos como un Sorolla y un Martín Rico. No les tengo cariño por el valor, sino porque son imágenes que me han acompañado toda la vida. Como estas butacas venecianas de terciopelo que vienen desde la otra casa, pero han encajado perfectamente, que eran de Cavestany. También la mesa de despacho y un retrato mío que hay en este cuarto.


¿Cómo definirías tu estilo decorativo? 

Soy muy clásica, esta casa es superclásica. No soy de arte contemporáneo. Me encantan estas fotografías coloreadas de Venecia que también vinieron de casa de mis padres.

Portal de Belén
El Nacimiento es una parte fundamental de la decoración navideña de Entrecanales, que rodea con velas y candelabros de madera.
Pavo en la mesa

¿Hay algún otro interiorista que te guste además de tu hija? 

Isabel López Quesada me encanta porque también, como mi hija, es bastante natural y mezcla de una forma única. 


Nunca en una casa…

Poner cosas que no me gustan por moda. Yo tengo una máxima, y es buscar el equilibrio en todo, en mi vida, en la decoración. Y entonces elijo lo que me gusta. No soy nada sofisticada, me gusta más bien la calidez. Las paredes frías me horrorizan, está muy de moda el minimalismo a ultranza. A mí me da miedo. 


¿Y en cuanto a moda? 

A mí me encanta ir bien vestida, como a todas, pero no me gusta ir de compras. Creo que es una cuestión de tiempo y prioridades. No cogería nunca una revista de moda y la leería, porque no me importa. Me gusta verme bien, pero no quiero perder ni un minuto más de lo necesario en comprar cosas que no necesito. Tengo poco tiempo y si paso por un sitio y me gusta algo, como me pasó con un vestido de seda de Momonì, me lo compro.

Salón
La cocina lacada en rojo refleja y da profundidad a la zona en la que se cocina todo.

Dices que te falta tiempo, ¿tienes más proyectos entre manos además de El Milagro?

Acabamos de empezar un patrocinio con la Fundación Lejeune. Una organización que cuida a las personas con discapacidad intelectual de origen genético y a sus familias, con atención médica, investigación, formación y defensa del valor. Me estoy leyendo un libro sobre el profesor y fundador, y conocí a su hija Clara. Su padre, que era científico, era un genio, un santo. Y toda la labor que hacen… Ahora se acaban de instalar aquí en Madrid, tienen el Instituto Médico, donde voy a llevar a mi hermano. Me está abriendo también los ojos a ese mundo que he conocido por mi hermano Álvaro. Los niños Down son, como alguien decía el otro día, el pegamento de la familia, y es verdad. Me ha gustado mucho patrocinar un evento en el que hemos unido a matrimonios jóvenes con hijos Down, ha sido precioso. También tenemos una niña síndrome de Down que trabaja en una de las tiendas.


Además, estamos trabajando con Ramón con el tema de lana. Me interesa muchísimo el mundo de la artesanía y defender tradiciones preciosas que están a punto de perderse como la lana española. Se tira y no se recicla, y sería una maravilla recuperar el oficio.

Todos estos proyectos me encantan porque cada uno a su manera son pequeños milagros que se relacionan con la matriz: Dehesa El Milagro. Por otro lado, pensando en la granja, el milagro de que una tierra haya mejorado, o que podamos dar de comer a la gente productos saludables y ricos, hemos conseguido bastante en unos pocos años. Desde el punto de vista más personal, este proyecto es un milagro que me sirvió también de apoyo vital en un momento de cambio en mi vida.