No tires los tarros de vidrio: reutilízalos y crea originales decoraciones navideñas

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Hacer tu propia decoración navideña es una forma fantástica de darle un toque personal y único a tu hogar, además de ser una opción más económica y sostenible. Y si hay un elemento que todos tenemos en casa y que se puede aprovechar, son los tarros de vidrio. Esos frascos de mermelada o conservas pueden transformarse en candelabros navideños que llenen de calidez cualquier rincón.

Para empezar, asegúrate de que los tarros estén limpios. Lávalos con agua y jabón para quitarles cualquier residuo y déjalos secar bien. Si quieres darles un aire más festivo, puedes pintar las tapas con tonos dorados, plateados o el color que más te guste. Una vez secos, llega el momento de convertirlos en candelabros. Solo necesitas pegar un portavelas de metal en la base del tarro con un poco de silicona caliente o un pegamento resistente. Esto hará que las velas se mantengan en su sitio y puedas usarlos de forma segura.

La parte más creativa es decorar los tarros. Envuélvelos con cintas de yute, añade cuerdas decorativas o un poco de purpurina para que brillen con la luz de las velas. Cada detalle cuenta, y estos toques sencillos pueden transformar un tarro simple en una pieza clave de tu decoración navideña. No hace falta ser un experto en manualidades, solo dejar volar un poco la imaginación.

El interior del tarro también juega un papel importante. Puedes colocar pequeñas piñas, ramitas de pino o bayas rojas para darle un aspecto más navideño. Cuando enciendas la vela, estos detalles reflejarán la luz y crearán un ambiente acogedor y cálido. Es un truco sencillo que aporta mucha personalidad a cualquier espacio.

Este proyecto no solo es una forma de decorar de manera original, sino que también es una manera de reciclar y dar un nuevo uso a cosas que ya tienes en casa. En lugar de gastar dinero en adornos nuevos, reutilizas de forma creativa, lo que además es un gesto amigable con el medio ambiente. Crear tus propios candelabros navideños es una opción consciente y práctica, ideal para quienes buscan un toque especial sin complicarse demasiado.

Así que, la próxima vez que termines un tarro de mermelada o una conserva, no lo tires. Piénsalo como una oportunidad para añadir algo único a tu hogar. Montar estos candelabros puede ser una actividad relajante y divertida, perfecta para hacer sola o en familia, y que dejará un resultado que podrás disfrutar durante todas las fiestas.