Uno de los pilares fundamentales del lujo en la decoración es la elección de materiales de alta calidad. Mármol, madera noble, terciopelo y metales como el oro o el latón son protagonistas en los salones que buscan un aire distinguido. Además, los acabados impecables y los detalles artesanales refuerzan la sensación de exclusividad, convirtiendo cada pieza en una declaración de estilo.
Los materiales de calidad ganan frente al plástico. (Pexels/ Movoyagee)
Los interioristas coinciden en que la paleta de colores juega un papel fundamental en la creación de un ambiente lujoso. Tonos neutros como el beige, el gris y el blanco roto se combinan con acentos en tonos profundos como el azul marino, el verde esmeralda o el burdeos, aportando profundidad y sofisticación. Además, la simetría y el equilibrio en la distribución del mobiliario garantizan una sensación de armonía y orden.
La iluminación es otro factor clave en la decoración de un salón lujoso. Lámparas de araña, apliques dorados y luces indirectas crean un ambiente cálido y elegante. Asimismo, las piezas de arte, desde cuadros de gran formato hasta esculturas, refuerzan la personalidad del espacio y lo elevan a un nivel superior.
A diferencia de épocas anteriores, en las que el lujo se asociaba exclusivamente con la ostentación, en la actualidad se busca un equilibrio entre estética y confort. Sofás amplios y mullidos, textiles suaves y espacios diáfanos son tendencia en la decoración de salones, demostrando que es posible disfrutar del lujo sin renunciar a la funcionalidad.
Los interioristas confirman que, aunque las modas cambien, el lujo siempre será una apuesta segura para quienes desean un salón elegante y atemporal. Apostar por materiales de calidad, colores sofisticados y una iluminación cuidada garantizará un espacio que no solo impresione, sino que también invite a disfrutarlo cada día.