Estas son las 3 mesas de centro de Ikea perfectas para una terraza minimalista (por menos de 50 euros)
Diseño depurado, funcionalidad y precios asequibles pueden convivir en un mismo espacio. Estas piezas demuestran que amueblar una terraza con estilo no requiere grandes esfuerzos
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En el diseño minimalista, cada objeto cuenta. No se trata solo de estética, sino de funcionalidad, equilibrio visual y elección consciente. Una terraza de líneas limpias no necesita grandes muebles, sino piezas versátiles que dialoguen con el espacio sin imponerlo. Y en ese juego de sutilezas, Ikea propone tres mesas que combinan ligereza, utilidad y discreción, todas por menos de 50 euros.
La primera en destacar es Burvik, una mesa auxiliar con una estética tan simple como pensada al detalle. Cuesta 40 euros y está diseñada para levantarse con una sola mano gracias a su asa integrada. Su forma redonda, con bordes elevados, no solo aporta seguridad al moverla, evita que se caigan vasos o botellas, sino también un punto escultórico que eleva cualquier rincón. Disponible en blanco, gris verdoso y negro, se adapta con facilidad a paletas neutras y espacios reducidos, funcionando tanto como mesa de apoyo como pieza decorativa.
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Para quienes necesitan optimizar el espacio sin renunciar al orden visual, Kvistbrop es una opción inteligente. También por 40 euros, esta mesa de centro con alma de almacenaje permite guardar textiles ligeros, libros o accesorios de exterior sin romper la armonía del conjunto. Su estructura metálica actúa como cesta ligera, mientras que el tablero superior, extraíble mediante un asa discreta, se transforma fácilmente en bandeja. Es la aliada perfecta para quienes quieren funcionalidad sin saturar el espacio.
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La propuesta más esencial es Gladom, que por tan solo 20 euros ofrece una solución impecable. Esta mesa de acero con bandeja extraíble es el epítome de lo funcional: fácil de mover, duradera, ligera y disponible en varios tonos neutros. Ideal como mesa auxiliar junto a una butaca o como apoyo temporal para aperitivos al aire libre, se integra con naturalidad en cualquier terraza sin competir visualmente.
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Estas tres piezas demuestran que el diseño inteligente no tiene por qué ser caro. En una terraza minimalista, donde menos es más, elegir bien los objetos permite crear un espacio sereno, práctico y visualmente equilibrado. Ikea lo hace posible con propuestas accesibles, bien pensadas y estéticamente coherentes.
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En el diseño minimalista, cada objeto cuenta. No se trata solo de estética, sino de funcionalidad, equilibrio visual y elección consciente. Una terraza de líneas limpias no necesita grandes muebles, sino piezas versátiles que dialoguen con el espacio sin imponerlo. Y en ese juego de sutilezas, Ikea propone tres mesas que combinan ligereza, utilidad y discreción, todas por menos de 50 euros.