La regla que utilizan los decoradores para armonizar cada estancia y que puedes replicar en tu casa sin gastar un euro

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Cuando se trata de decorar una casa, muchas personas creen que lograr un resultado armónico y estilizado requiere una gran inversión en muebles, accesorios o reformas. Sin embargo, los decoradores profesionales tienen un truco infalible que transforma cualquier estancia y que no cuesta absolutamente nada: la regla del “tres”. Esta norma estética, ampliamente utilizada en interiorismo, consiste en colocar un máximo de tres objetos por superficie o zona visible, lo que garantiza orden visual, equilibrio y elegancia instantánea.

Aplicar esta regla es sencillo y efectivo. Según los expertos, agrupar los elementos decorativos de tres en tres —por ejemplo, en una mesa auxiliar, una estantería o una cómoda— evita la sobrecarga visual, ayuda a que cada objeto respire y potencia la presencia de cada uno. Este enfoque permite que los ojos descansen y que la estancia transmita una sensación de coherencia y serenidad. En contraposición, llenar una superficie con demasiados elementos crea ruido visual y desordena incluso los espacios más cuidados.

El número tres no es aleatorio: está respaldado por una teoría estética básica que se encuentra en muchas disciplinas artísticas. Es un número impar que genera dinamismo y evita la simetría rígida, pero sin caer en el caos. Los grupos de tres se perciben como naturales, proporcionados y visualmente agradables.

Por eso, se recomienda incluso jugar con las alturas, texturas y materiales de los objetos seleccionados: una vela, un libro y un jarrón pequeño pueden convivir armónicamente si están bien distribuidos y tienen una lógica entre sí.

Además, esta técnica tiene otra ventaja: invita a revisar y reducir el número de objetos que acumulamos innecesariamente. Muchas veces, al simplificar, descubrimos que tenemos todo lo necesario para que una estancia funcione sin comprar nada nuevo. Basta con reorganizar, editar y elegir con intención. Por ejemplo, si en una estantería hay ocho figuras o marcos, reducirlos a tres bien escogidos no solo mejora la estética, sino que destaca lo que realmente importa.

Esta regla también se puede aplicar a superficies como encimeras de cocina, mesillas de noche, escritorios o recibidores. En todos los casos, mantener un máximo de tres elementos visibles ayuda a que el espacio se vea cuidado, funcional y armónico, sin perder personalidad.