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El Secreto de Castilla, un gran lechal y buen cochinillo en Madrid
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El Secreto de Castilla, un gran lechal y buen cochinillo en Madrid

El Secreto de Castilla es un restaurante que ha abierto sus puertas no hace mucho en el barrio de Las Cortes, frente al Teatro de la Zarzuela, y ya rueda redondo

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El Secreto de Castillaes un restaurante que ha abierto sus puertas no hace mucho en el barrio de Las Cortes, frente al Teatro de la Zarzuela, yya rueda redondo. Todas las piezas pareceque han encajado perfectamente;así, la cocina trabaja conagilidad y los ritmos son los propios de un restaurante con mayor tiempo de rodaje, tanto en la barra como en el comedor. A ello contribuye, sin duda, un personal de sala bien dirigido por su propietario, Fernando Muñoz, y la experiencia que les ha dado su hermano mayor, un clásico en la ciudad de Segovia.

Contra lo que el nombre pudiera sugerir, el local, las salas y el ambiente son los de un restaurante moderno, agradableymuy lejos de la imagen que un restaurante de cocina castellana ubicado en el centro de Madridnos pudiera indicar. Tanto la barra a la entrada, amplia, luminosa, decorada en tonos azules, neutros y limpios, como el comedor, dividido en dos ambientesy con las mesas sorprendentemente separadas unas de otras para guardar la confidencialidad de la conversación, nos hablan de un restaurante castellano, sí, pero evolucionado en su concepto y alejado del viejo estereotipo que, no sin cierto prejuicio, aún podemos guardar en nuestra memoria.

Y cuando hablamos de un restaurante de cocina castellana renovada, no hablamos solo de sus espacios, comedores y ambiente, sino también de una cocina que manteniendo en la carta platos que un restaurante que proviene de Segoviano solo no podía dejar de incluir, sino que se le exige y espera, como unos extraordinarios judiones de La Granja, un cochinillo segoviano fantástico, de los mejores que podemos comer en Madrid, o un lechal del que hablaremos más abajo, se presentanen raciones generosas, pero más cuidadas, pensadas, ligeras y libres de grasas.

Desde primera hora se sirven desayunos a oficinistas de la zona, y a actores y gentes del teatro algo más tarde. En la barrao en sus mesas altas se puede disfrutar de tapas y pintxos;para comer,cualquiera de sus comedores.

De su carta, sobresalen unas muy buenas croquetas de jamón ibérico, unas ricas empanadillas de verduritas y atún rojo. Pero si tenemos que quedarnos con algún plato, lo hacemos con su espaldita de cordero lechal asado, 300 gramos de excelente lechal, pura carne tierna, sin distracciones,que confitan prensadadurante días para luego cocerladurante horas en el horno. Un plato especial y una elaboración cuidada y mimada al máximo. Bueno también el taco de bacalao sobre fondo de boletus y chipirones en su tinta. Hacen bastante bien el arroz meloso, el morcillo estofado al vino tinto y el guiso de carrillera de ternera.

Para los más golosos no puede faltar un excelente flan de queso oel brownie con chocolate caliente, y para quienes busquenalgo más ligero, la tarta de yogur con frutos rojos y la cuajada con fresas estofadas.

El Secreto de Castilla. C/ Jovellanos 4.Madrid.

El Secreto de Castillaes un restaurante que ha abierto sus puertas no hace mucho en el barrio de Las Cortes, frente al Teatro de la Zarzuela, yya rueda redondo. Todas las piezas pareceque han encajado perfectamente;así, la cocina trabaja conagilidad y los ritmos son los propios de un restaurante con mayor tiempo de rodaje, tanto en la barra como en el comedor. A ello contribuye, sin duda, un personal de sala bien dirigido por su propietario, Fernando Muñoz, y la experiencia que les ha dado su hermano mayor, un clásico en la ciudad de Segovia.

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