El diseñador Francis Montesino: "No he parado de llorar durante todo el desfile"
El desfile del diseñador valenciano Francis Montesinos se recordará en la historia de la Semana de la Moda de Madrid como el más emotivo desde que
El desfile del diseñador valenciano Francis Montesinos se recordará en la historia de la Semana de la Moda de Madrid como el más emotivo desde que se creó esta pasarela hace ya sesenta ediciones. Amigos incondicionales como Carmen Alborch, Ágatha Ruiz de la Prada, Paquita Torres y parte de la familia Bosé quisieron estar presentes para arroparle en su gran día. Lucía Dominguín, en la primera fila, y su hermana Paola y su hijo Nicolás Coronado en la pasarela. En el caso de este último como modelo profesional y en el de su madre como un homenaje a ese amigo que estuvo a punto de tirar la toalla hace un año por una denuncia falsa de abuso de menores. Una acusación que fue archivada y que el diseñador no quiere olvidar: “Ahora ya estoy en otro momento y con ganas de que se haga justicia. Mi abogado estudia la respuesta a esa calumnia que casi me lleva por delante”, explicaba aún emocionado por la respuesta del público puesto en pie y aplaudiendo durante más de diez minutos. “No he parado de llorar en todo el desfile y sobre todo cuando he visto la respuesta de la gente”, declara a Vanitatis el modisto.
Emocionalmente preparado para afrontar la nueva temporada profesional, acaba de reestructurar su taller para que sea también el salón donde recibir a sus clientas: “Estoy feliz. Toda la gente que me quiere está aquí”. Efectivamente, no sólo le arroparon sus amigos, sino que había mucha más prensa de la habitual, clientas que han viajado desde varios puntos de España para estar con él y modelos que iniciaron sus carreras profesionales con el modisto, como es el caso de Carlos Lozano: “Mi primer desfile hace 25 años fue con Francis. Ayer en la prueba previa se me puso la carne de gallina al subirme a la pasarela. Muchas emociones y recuerdos. Llegué la semana pasada de Ecuador donde he estado trabajando y tenía muy claro que no le podía fallar. Aquí estamos todos”.
Ágatha Ruiz de la Prada y Carmen Alborch, dos incondicionales de Montesinos, demostraron ser de lágrima fácil, incluso después de que finalizara el desfile. “Es una de las personas que más quiero. Es bueno, generoso y siempre me ayudó en mis comienzos. Creo que lo ha dicho todo con el tema de apertura del desfile No, rien de rien de Edith Piaf”. La diseñadora de los corazones explicaba en presencia de Alborch su admiración por Albert Rivera, el dirigente del partido Ciudadanos. “Pedro J. y yo estuvimos con él y me gusta su discurso. Me he hecho ‘ciudadana’. El broche del desfile lo pusieron un grupo de niños vestido también por Montesinos. Todos ellos, hijos, sobrinos y nietos de amigas y colaboradoras.
También estuvieron presentes Arancha de Benito, Paquita Torres y Clifford Luyk, el fotógrafo de moda Eduardo Peris, el peletero Miguel Marinero, Fabiola Toledo, Lucia Bosé, Paola Dominguín y su hijo Nicolás Coronado, más su exnovia Cristina Duato y la actual Ainara Aristegui. Compartieron después brindis con el amigo Montesinos.
El desfile del diseñador valenciano Francis Montesinos se recordará en la historia de la Semana de la Moda de Madrid como el más emotivo desde que se creó esta pasarela hace ya sesenta ediciones. Amigos incondicionales como Carmen Alborch, Ágatha Ruiz de la Prada, Paquita Torres y parte de la familia Bosé quisieron estar presentes para arroparle en su gran día. Lucía Dominguín, en la primera fila, y su hermana Paola y su hijo Nicolás Coronado en la pasarela. En el caso de este último como modelo profesional y en el de su madre como un homenaje a ese amigo que estuvo a punto de tirar la toalla hace un año por una denuncia falsa de abuso de menores. Una acusación que fue archivada y que el diseñador no quiere olvidar: “Ahora ya estoy en otro momento y con ganas de que se haga justicia. Mi abogado estudia la respuesta a esa calumnia que casi me lleva por delante”, explicaba aún emocionado por la respuesta del público puesto en pie y aplaudiendo durante más de diez minutos. “No he parado de llorar en todo el desfile y sobre todo cuando he visto la respuesta de la gente”, declara a Vanitatis el modisto.