Carmen March: "Las españolas cada vez se atreven con más cosas"

Carmen March, a sus 34 años, se ha convertido en una de las diseñadoras punteras de la moda española. Nacida en Mallorca y con una amplia experiencia en el sector, ha conseguido en poco tiempo grandes logros. En 2006 lograba el ‘Premio L´Oreal’ al mejor creador y en la presente edición de Cibeles ha presentado sus creaciones por primera vez en un desfile en solitario. A su llegada a Madrid se formó en el IADE y colaboró con talentos de la talla de Juanjo Oliva y Duyos. En la presente edición de la pasarela madrileña ha colaborado con la Joyería Suárez, que ha creado unas piezas exclusivas. En total son once tipos de broches, siete de anillos y tres modalidades de pendientes.

¿Cómo es la colección que vas a presentar en Cibeles? Es un colección muy trabajada, con siluetas fuertes y femeninas.

¿Háblanos de tu colaboración con Joyería Suárez? Ha sido un auténtico placer.

¿Cómo surgió la idea? Siempre me han interesado los insectos y la historia. Ya se hacían pulseras con polillas hace miles de años en Egipto… La colección de ropa iba a girar en torno a la naturaleza, Julio Verne… y una cosa llevó a la otra.

¿Cómo son las piezas? Especiales, pero muy ponibles.

¿Cómo visten para ti las mujeres españolas? Hay de todo. Poco a poco van atreviéndose con más cosas.

Descríbase en dos o tres adjetivos: Tenaz, sincera e independiente.

Qué no le gustaría que dijeran de usted: Cosas personales.

Un momento literario memorable: La llegada del Magistral a la clase de catecismo en La Regenta.

Un momento deportivo inolvidable: La final de los Bulls contra los Supersonics. Jordan y Payton, inconmensurables.

Y un momento cinematográfico: Cuando ganó hace tres días el Goya a mejor película La Soledad.

El libro que marcó tu vida: El cuarteto de Alejandría

Relee los libros: Algunos sí.

Qué le gusta hacer cuando no trabaja: Dormir.

Si le tocara la bonoloto qué es lo que nunca haría: Dejar mi profesión.

Suele poner excusas cuando no tiene ganas de ir a un sitio: Sí.

La bola más increíble -por disparatada- que ha contado: Que me habían regalado un elefante y lo tenía en casa (Con diez años).

La película que nunca olvida: Con faldas y a lo loco.

Un pequeño placer en su profesión: Comprar telas maravillosas.

¿Y fuera de él? Cocinar.

De no ser lo que es qué le hubiese gustado ser: Me gusta lo que soy.

¿A quién y qué envidia? A los que no tienen insomnio.

¿A quién y qué detesta? A los cobardes.

No se quisiera morir sin: Visitar Japón.

El mejor olor: Incienso, chocolate, curry…

El mejor sabor: Chocolate.

El mejor sonido: Silencio.

El mejor color: Rosa.

¿Qué hacía el día que se casaron los Príncipes de Asturias? Ver la boda por la tele.

¿Dónde estaba el día que cayeron las Torres Gemelas? En Madrid.

La noticia que más ilusión le haría ver en un periódico: Me gustaría que se aprobase una reforma educativa seria, y que se triplicase la inversión en educación.

Y la que más le ha impresionado últimamente: La imagen de unos padres tirando a su bebé desde un cuarto piso por la ventana para salvarle de un incendio.

¿Suele llorar con las películas? Todo el tiempo.

¿Cuándo y por qué tuvo un ataque de risa incontrolado? Hace un par de semanas, en la oficina, tras una prueba de colección.

¿Qué le hace pasar vergüenza? Hablar en público.