La venganza de Tamara Mellon
Tras varios años semidesaparecida, Tamara Mellon, cofundadora de la firma de zapatos de lujo Jimmy Choo, lo cuenta todo. Presenta lo que serán unas más que
Tras varios años semidesaparecida, Tamara Mellon, cofundadora de la firma de zapatos de lujo Jimmy Choo, lo cuenta todo. Presenta lo que serán unas más que polémicas memorias, que publica la editorial Penguinel próximo 3 de octubre y que, casualmente, coincidenen el tiempo con el próximo lanzamiento de su propia firma, anunciado para mediados de noviembre. En su libro, cuenta desde su trabajo en la redacción de Vogue y cómo lo perdió debido a sus juergas nocturnas, la cocaína y el vodka, pasando por los problemas de su madre con el alcohol y el desprecio que siente por JimmyChoo, el nombre del hombre que aparece en la marca que ella considera suya…
Cuenta cómo, tras su salida de Vogue, tomó cuerpo una idea en su cabeza. Conocía a Jimmy Choo de sus tiempos en la redacción. A él recurrían cuando necesitaban algo especial para una sesión de fotos de la revista. Era un pequeño taller artesanal al que las mujeres más ricas de Londres acudían cuando necesitaban un zapato especial. “Era 1995 cuando llamé a Jimmy [...]Nos sentamos en la pequeña sala del probador que tenía una alfombra andrajosa y Jimmy sirvió el té. Sandra [su sobrina] trabajaba inclinada sobre la mesa cercana, pero atenta a lo que tenía que proponerles.Jimmy diseñaría una línea de exquisitos zapatos y yo me ocuparía de encontrar un taller donde fabricarlos y de las ventas y el marketing. Abriríamos tiendas y empezaríamos a vender al por mayor en tiendas exclusivas… y nos haríamos inmensamente ricos.”
Sandra y yo íbamos a Portobello Road para inspirarnos, y allí nos dimos cuenta de que no estábamos solas: Dolce & Gabbana estaban allí mirando los mismos zapatos.
La idea original se parece bastante a lo que luego sucedería, salvo por algunos pequeños detalles… El padre de Tamara puso el dinero (100.000 libras), Jimmy Choo voló a su país natal, Malasia, para buscar un maestro Feng Shui que bendijera su primera tienda, y juntos fueron a Italia a la búsqueda de un taller de piel: “Por la actitud de Jimmy [según la autora, cogía todo lo que era gratis, desde las toallas del hotel, a las sobras de la comida del avión…] pronto comprendí que no sería el socio creativo que esperaba. […] Yo me encargaría de las ideas y Sandra las llevaría al papel. Durante el invierno Sandra y yo íbamos a Portobello Road para inspirarnos, y allí nos dimos cuenta de que no estábamos solas: Dolce & Gabbana estaban allí mirando los mismos zapatos.”
Según Tamara, la única aportación que hacía el señor Choo a los diseños era quejarse porque hacía los tacones demasiado altos… “También empezó a quejarse a las clientas: “Me han robado el nombre. Me están timando.” Al parecer, se le olvidaba que nos había cedido el nombre. Al final, su único medio de comunicación con Sandra era el correo. Solía ver los sobres con caracteres chinos en lápiz escritos en el sobre. ¿Qué quiere decir, le pregunté? Traidora.”
En el 98 llegaron los Oscar, y la mención que hizo Kate Winslet a sus choos en la alfombra roja. Y después, la apoteosis: el 5 de julio de ese año hicieron su primera aparición estelar en ‘Sexo en Nueva York’, con Carrie Bradshaw gritando: “¡He perdido mis choos”. Era el modelo Marlene y fue su pasaporte hacia la gloria. Tamara asegura: “A finales de 2000 la firma daba beneficios de 3 millones de libras anuales. Ganamos un premio de la British Fashion Council, que Jimmy se empeñó en aceptar en nuestro nombre, a pesar de que su contribución a los diseños fue nula.”
Las cosas habían llegado a un punto insostenible… Pero aún quedaba más. Siempre según la propia Tamara, Choo vendió en 2001 su parte, en 2005 ella y su familia decidieron vender la suya. Y llegó quizá la peor parte para Tamara: “Nunca había nadado entre tiburones y la peor sería mi propia madre.” Pero esa es otra historia que merece la pena ser leída en las páginas de lo que parece ser todo un ajuste de cuentas. Para no perdérselo.
Tras varios años semidesaparecida, Tamara Mellon, cofundadora de la firma de zapatos de lujo Jimmy Choo, lo cuenta todo. Presenta lo que serán unas más que polémicas memorias, que publica la editorial Penguinel próximo 3 de octubre y que, casualmente, coincidenen el tiempo con el próximo lanzamiento de su propia firma, anunciado para mediados de noviembre. En su libro, cuenta desde su trabajo en la redacción de Vogue y cómo lo perdió debido a sus juergas nocturnas, la cocaína y el vodka, pasando por los problemas de su madre con el alcohol y el desprecio que siente por JimmyChoo, el nombre del hombre que aparece en la marca que ella considera suya…