Kim Kardashian se hace un 'La Piel que habito' con clase

Hace cuatro años, el nude comenzó a dejarse ver por las pasarelas. Mientras que las revistas de moda pregonaban su elegancia y versatilidad, las mujeres de a pie temíamos el efecto que el rosa empolvado tendría sobre nuestra piel y sobre nuestras siluetas de carne (más) y hueso (menos).

Luego llegó la fiebre por la moda lencera, con diseños shapewear y siluetas slim que nos obligaban a marcar curvas a cada paso. El miedo real vino cuando la pasarela decidió aunar ambas tendencias y presentar vestidos ceñidos en tonalidades nude o camel, una combinación únicamente apta para las más delgadas... ¿O no?

Kim Kardashian se convirtióentoncesen la heroína de la mujer real ehizo del color ortopédico por excelencia su mayor baza. ¿Qué mejor tonalidad para una mujer que presume,ante todo,de sus contundentes curvas?

En cada una de sus elecciones hace gala de una valentía que aboga por luchar contra los estándares morfológicos aplicados a las tendencias. Ni drapeados estratégicos, ni modelos evasé que ayuden a mitigar las curvas: Kim siempre apuesta por diseños tubo, materiales como el ante y escotes aptos para una talla 85. Su predecesora, Jennifer Lopez, también lo ha incluido en su armario, pero teniendo muy en cuenta su fisionomía.

Mientras que Jennifer recurre a pantalones palazzo, vestidos de silueta X y estratégicas caídas, Kim convierte el rosa empolvado en una segunda piel. La defensa a ultranza por las curvas de Kardashian ha llevado a algunas de las actrices más voluptuosas a atreverse con el nude y con tejidos tan peligrosos para las siluetas sinuosas como el raso.