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Surf de lujo: ¿quién dijo que no se puede estar elegante enfundado en un neopreno?
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Surf de lujo: ¿quién dijo que no se puede estar elegante enfundado en un neopreno?

Ponte en situación: te encuentras en una ciudad costera por cuestiones de trabajo –llámese convención o reunión estratégica de altos vuelos– y eres, confiésalo, un surfista sin remedio

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Ponte en situación: te encuentras en una ciudad costera por cuestiones de trabajo –llámese convención o reunión estratégica de altos vuelos–, pero, cual oscuro y atormentado superhéroe, posees una doble personalidad que escondes al resto de tus compañeros desde que abandonaste esa melena rebelde y oxigenada con motivo de tu primer proceso de selección. Eres un surfista sin remedio y, como la cabra tira al monte, no has podido resistirte a consultar las condiciones marítimas del momento. Todo apunta a que es la hora idónea para coger unas cuantas olas. ¿Qué hacer? La cita profesional se aproxima inexorable a la par que tus pies recuerdan el cosquilleo de la espuma efervescente. ¿Salvará alguien el día?

¡Quiksilver al rescate! La filial japonesa de la pionera marca australiana –especialista en deportes acuáticos y de montaña–, junto con la agencia de publicidad TBWA/HAKUHODO, acaba de lanzar una de las propuestas más locas, arriesgadas y geniales que haya conocido el mundo del surf en particular y la moda en general: True Wetsuits. Se trata de un traje de hombre con el que no solo podrás acudir a la oficina luciendo un slim fit que firmaría el propio Hedi Slimane, sino que no habrá tubo que se te resista enfundado en él. El conjunto se compone de cuatro piezas: chaqueta y pantalón anfibios confeccionados en neopreno extraelástico de dos milímetros de grosor, camisa de tejido Dry Flight que repele el agua –desarrollado por Quiksilver y 3M– y corbata no menos resistente al líquido elemento.

La oferta brinda dos opciones de color –el clásico negro y un seductor azul marino– y una versión esmoquin, con su correspondiente pajarita –of course–, para no renunciar a una distinguida velada. Estos trajes se elaboran por encargo y el envío suele demorarse alrededor de dos meses. Su precio alcanza los 2.400 €, y es que la exclusividad y el ganarle tiempo a la vida cotizan al alza. “One more thing!”, anunciaba Steve Jobs en sus aclamadas presentaciones: la colección incluye como accesorios una agenda y un bolígrafo que, al pulsarlo en el mar, envía un email de disculpa al trabajo. Una idea tan excéntrica, ’práctica’ y divertida.

Surfboards de ingeniería alemana para corazones aguerridos

Los complementos son los que construyen un total look epatante y, a falta de zapatos, la tabla representa el factor clave y obligado en esta ecuación de sol, playa, estilo y negocios. Sintetizar todos estos ingredientes en un objeto en apariencia tan simple podría parecer complejo, aunque solo necesitamos acudir al sector automovilístico en pos de la solución.

Cuando pensamos en Mercedes-Benz asociamos la firma a valores como la tecnología, fiabilidad, solidez, equilibrio y velocidad; atributos que rezuman en las dos tablas que los germanos, bajo el proyecto MBoard, han producido para el big wave rider hawaiano Garrett McNamara. La primera de ellas, denominada Silver Arrow Of The Seas, es un trasunto de las ‘flechas plateadas’ del Mundial de Fórmula Uno: testada en el túnel de viento de Sindelfingen y manufacturada en fibra de carbono y Kevlar. La segunda, fabricada en corcho portugués, persigue la flexibilidad y resistencia necesarias si se busca cabalgar las olas gigantes de Nazaré. Quizás sean modelos inaccesibles, pero contemplarlas estimulará conexiones sinápticas de inciertas consecuencias.

Ponte en situación: te encuentras en una ciudad costera por cuestiones de trabajo –llámese convención o reunión estratégica de altos vuelos–, pero, cual oscuro y atormentado superhéroe, posees una doble personalidad que escondes al resto de tus compañeros desde que abandonaste esa melena rebelde y oxigenada con motivo de tu primer proceso de selección. Eres un surfista sin remedio y, como la cabra tira al monte, no has podido resistirte a consultar las condiciones marítimas del momento. Todo apunta a que es la hora idónea para coger unas cuantas olas. ¿Qué hacer? La cita profesional se aproxima inexorable a la par que tus pies recuerdan el cosquilleo de la espuma efervescente. ¿Salvará alguien el día?

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