El pantalón blanco según ellos: guía práctica para llevarlo en verano

El pantalón blanco bien merece una ubicación privilegiada en el armario de verano masculino. Con las rebajas, es tiempo de invertir. Y apostar por una prenda que garantice el menos es más cuando las temperaturas no dan tregua alguna. Sobrevivir a cualquier ola de calor pasa por el uso de esta pieza durante cualquier jornada laboral o para poner rumbo al chiringuito.

El pantalón blanco –en versión bermuda, chino o vaquero– es una opción tan fácil como llamativa para aquellos que busquen conjuntos elegantes y versátiles. El pantalón blanco encaja con camisetas de rayas, camisas de colores neutros e, incluso, con cualquier americana oscura. Aquí, una aproximación a esta prenda apta para el caballero moderno que no necesite veranear en la Riviera francesa o en cualquier playa caribeña para sucumbir a una pieza tan fresca como contemporánea.

1. Contraste

Se trata de una pieza clásica a la que antaño sucumbieron algunos históricos iconos de estilo como Paul Newman o John Fitzgerald Kennedy. Dar con la silueta adecuada no resulta sencillo: es preferible que queden algo holgados por la pernera y que se estrechen a la altura del tobillo. Para llevarlos con vuelta o sin ella e incluso combinarlos con sandalias o, en su defecto, lucirlos sin calcetines.

Pantalón chino básico de Stradivarius Man (9,99 euros); camisa de lino con cuello mao de Zara (19,99 euros); Gafas modelo Dior Tailoring de Dior (400 euros); reloj modelo The Walther Cognac de Komono (179,95 euros); y sandalia modelo Arizona de Birkenstock (65 euros).

2. Buena mezcla

El pantalón blanco puede considerarse uno de los máximos exponentes del estilo neutro. Es capaz de equilibrar cualquier otra prenda de color inclasificable o con un patrón peculiar. Su versatilidad es tal que se puede lucir tanto con un mocasín de serraje como con unas alpargatas de aires marineros. Crear conjuntos cuyo eje central sea esta pieza es más fácil y más variado de lo que se cree. Garantizado.

Pantalón chino de Polo Ralph Lauren (135 euros); camiseta de algodón de J.Crew (52 euros); gafas de sol modelo Bonanova de Etnia Barcelona (209 euros); reloj de Skagen (c.p.v.); alpargata de rayas azules de Springfield (17,99 euros).

3. Blanco y negro

Ahondar en el aspecto práctico del pantalón blanco. Utilizarlo con sentido común es casi tan sencillo como poner un poco de blanqueador en la lavadora para que recuperen el esplendor propio de su primer uso. Generar cierto contraste con un polo de piqué en negro y un par de zapatos modelo Derby es todo cuanto necesitas para ganar cualquier partida estética. En la ciudad o en la playa.

Pantalón modelo Tapered de Zara (19,99 euros); polo de James Perse (120 euros); gafas de sol en acetato y acero de Saint Laurent (c.p.v.); zapato de cordones de Valentino (304 euros), disponibles en Yoox.com; reloj modelo Skinnoir de Swatch (105 euros).

4. Desaliñado y casual

Cuando el objetivo es escapar de la formalidad que aporta el pantalón chino, nada como optar por los vaqueros blancos. En su variedad de siluetas y patrones. Se convierten en toda una oda a lo estética de los años 90 combinados con un suéter de manga larga o con una camisa de color azul celeste, una declaración de estilo arriesgado sin que requiera esfuerzo alguno. Además, gracias al grosor de su tejido se les puede dar salida durante los meses de otoño. Tan refrescantes (estéticamente hablando) como atemporales.

Pantalón blanco de J.Crew (113 euros); suéter modelo Dorf Tricor de Scalpers (60 euros); zapatilla modelo Dogma Low Grey de Barqet (c.p.v.); cinturón negro de Zara (22,95 euros); y reloj modelo Black Bay 36 de Tudor Heritage (c.p.v.).

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