De las cadenas maxi a las perlas: qué llevar este otoño

Dijo una vez la diseñadora belga Diane von Fürstenberg que “una joya es una especia perfecta porque complementa lo que está ahí”. ¡Y cuánta razón! Podríamos decir que un look no está totalmente acabado hasta que eliges, al menos, unos pendientes, sortija o collar, por muy simples que estos sean. Y lo mejor es la variedad de la que goza la joyería actual: hay propuestas de todos los tamaños, de todas las formas y de todos los materiales.

Si hay una década que este otoño se cuela en el joyero, esa es la de los 80, aunque ahora lo hace de una forma menos exagerada que en tiempos pasados. Abundan, por ejemplo, los aros de tintes glam, fabricados o bañados en oro y decorados con motivos lacados o en porcelana. Otras de las que vuelven son las cadenas grandes, ya sea para servir como gargantillas, pulseras o brazaletes. ¿Y para no llegar tarde a ningún sitio? Los relojes más minimalistas. Porque no, ya no es necesario que sean de tipo joya. Los de líneas pulcras y fabricados en materiales tan dispares como el acero o el plástico son los que ganan cada vez más adeptos. Ya lo decía la canción de Aqua a finales de los 90: 'Life in plastic is fantastic!'.

Pendientes de aro

Te los habrás puesto en algún momento de tu vida y ahora vuelven al olimpo de la joyería gracias a su versatilidad y atemporalidad. ¿Los que mandan? Aquellos repletos de reminiscencias de los 80 en forma de elementos decorativos maxi como lacados, perlas y brillantes. Las de Miu Miu o Carla López son las propuestas más sobresalientes. Si lo tuyo es pasar desapercibida, puedes optar por los menos recargados y con líneas más simples.

De izquierda a derecha. Decorados con cristales negros de Miu Miu (350 €). En tonos dorados y ornamentados con motivo lacado en blanco de Carla López (90 €). Fabricados en acero y piedra natural y con detalle geométrico de Anartxy (30 €). En latón y krion de Habey Club (80 €).

Cadenas y eslabones

Pulseras, collares o incluso llaveros se llenan de eslabones. Muchos de ellos, además, se enriquecen con pequeños charms con todo tipo de motivos, aunque los más naíf y los siempre efectivos corazones parecen, por el momento, los más populares, como ocurre en las propuestas de Tory Burch o Tous.

De izquierda a derecha. Pulsera en oro amarillo de 18 kt, titanio y gemas de colores de Tous (1.150 €). Gargantilla metálica en dorado con detalle de eslabones de Uterqüe (59 €). Pulsera con cadena en cuero y latón bañado en oro de color negro de Coup De Coeur (113 €). Llavero de cadena con corazones en resina de tono dorado de Tory Burch (99 €). Cadena de oro de 18 kt con baño de plata y mosquetón circular de Glenda López (725 €).

Perlas

Vuelven en su forma más aristócrata: gargantillas cortas, pendientes con detalles en oro, broches, llaveros, anillos... Durante mucho tiempo vinculadas a lo preppy y lo posh y convertidas en la 'manta de seguridad' de la mismísima Lady Sarah Churchill, como ella misma declaró, las perlas se hacen esta temporada con los mejores joyeros. “Yo prefiero las perlas en la pantalla y en mi vida privada”, dijo una vez Grace Kelly. Y el street style también.

Relojes minimalistas

Fuera estridencias. Los relojes de la temporada dejan a un lado todo tipo de ornamento y atavíos y se fabrican en materiales como el oro blanco, el acero o el titanio. Destacan los de líneas limpísimas y puras, que buscan que la esfera sea la protagonista visual de la estructura. Para las más pop, el plástico se erige como el material imprescindible, como ocurre en las propuestas de Swatch. Sí, el 'menos es más' también llega a la muñeca.