Diseño y artesanía made in Spain: la fórmula del éxito de UNOde50

Creatividad, diseño y artesanía. Sobre estos tres pilares se sustenta el universo creativo de UNOde50. La firma, que el próximo 2019 cumplirá 20 años de vida, continúa hoy firme en todas esas convicciones con las que surgió al final de la década de los 90. Garante de un estilo único –la aleación utilizada por la marca es uno de sus principales rasgos diferenciadores– le ha permitido aportar libertad creativa a cada una de sus piezas. En todos sus años de historia, el catálogo de la casa madrileña incluye 900 referencias que se han renovado temporada tras temporada con dos nuevas colecciones en las que 200 nuevos diseños renuevan su portfolio.

Una extensa nómina de piezas capaces de transmitir la fuerza y la energía propias de la marca. “Cada una de ellas está considerada una obra de arte, una joya creativa con historia y un valor único”. José Azulay, diseñador y director creativo de UNOde50, lleva casi dos décadas en la búsqueda de la armonía, el equilibrio y la perfección de cada una de sus creaciones. Todas ellas nacen de un boceto y todas ellas se elaboran artesanalmente en Madrid. “La cultura del ‘made in Spain’ forma parte de nuestro ADN; algo que garantiza nuestros estándares de calidad y seguridad”, apunta Azulay. Una máxima que ha convertido a gran parte de sus colecciones en verdaderos fenómenos de ventas tanto a nivel nacional como internacional.

UNOde50 tiene presencia en ciudades como París, Miami, Los Ángeles, Turín, Nueva York o Roma entre otras. Una expansión que surgió allá por 2004 y que hoy dispone de espacios propios en el SoHo neoyorquino o en las parisinas Galeries Lafayette. Localizaciones que han surgido gracias a lo loados que son los procesos artesanales de la marca. “Trabajamos las piezas de forma artesanal, y gracias a nuestra aleación, el uso del cuero en las mismas o de las perlas, estamos ante una firma de joyas que se identifica con facilidad”, explica el diseñador de la misma.

“Estas piezas poseen un carácter lúdico, están llenas de positilidad, alegría de vivir y mucho amor al arte”, sostiene Azulay. Una firma cuyo símbolo –su célebre candado de formas redondeadas– se convirtió en un objeto de deseo para muchos y que aún hoy conserva la esencia de la marca. “Simboliza la protección de nuestras joyas que para nosotros son únicas y exclusivas”, apunta su director creativo.

La casa nació con ese espíritu cuando, en sus primeras colecciones, Azulay creó 50 unidades de cada diseño. Pero con la evolución de la marca, se vieron obligados a aumentar su volumen de producción. Después llegarían ediciones limitadas y otras tantas formas de acercar su particular factura a todos sus clientes.

“Creamos piezas genuinas que permiten expresar libremente un estilo de vida; son colecciones con las que es posible expresar tu personalidad ya que todos somos diferentes según nuestros estados de ánimo”, subraya Azulay. Y quizás sea esta la clave de su éxito: el triunfo de un espíritu libre, armónico y alegre ya que “lo que se realiza con alma puede hacer feliz a muchas personas”, remata.