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Michael Kors, talento y personalidad arrolladora al servicio de la moda
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Michael Kors, talento y personalidad arrolladora al servicio de la moda

Convertido en una de las grandes personalidades de la moda, su destreza como diseñador y su conocimiento de cada aspecto de la industria han hecho de él un auténtico genio

Foto: Michael Kors en uno de sus desfiles (Getty)
Michael Kors en uno de sus desfiles (Getty)

Michael Kors es el perfecto ejemplo de cómo conocer la industria para la que trabajas. Por historia, uno de los grandes problemas a los que se deben enfrentar algunos de los mejores diseñadores del mundo es que solo han sido capaces de vivir la moda desde una perspectiva, la que hace referencia al diseño. Pero no desde la otra, la del modelaje. A Michael Kors, sin embargo, no le ocurre esto. Y es que, habiendo trabajado de modelo desde que era un niño, fue conociendo las bambalines de un sector en el que hay mucho que aprender.

Nacido en 1959 en Long Island, Nueva York, Kors encontró en la ciudad el lugar perfecto en el que absorber el importante influjo de las corrientes de moda que esa urbe es capaz de abarcar. Analítico por naturaleza y una de las mentes con más conocimiento de moda de la industria, es un claro ejemplo de cómo entender las necesidades de tu público.

placeholder Desfile de Michael Kors (Getty)
Desfile de Michael Kors (Getty)

Michael Kors, el intelectual de la moda

Desde que era un niño, su íntima relación con la industria hizo que se estudiara, casi literalmente, cada una de las revistas de Vogue que caían en sus manos.
Cuando apenas contaba con la mayoría de edad, decidió que era el momento de trasladarse a la city. La excusa oficial era comenzar los estudios en la Fashion Institute of Technology, pero lo cierto es que la realidad fue muy distinta. Kors buscaba en la Gran Manzana la inspiración necesaria con la que comenzar a desarrollar sus propios bocetos.

Apenas medio año después de haber comenzado sus estudios, el diseñador decidía cambiar las aulas por los talleres, comenzando a trabajar en Lothars, una de las boutiques francesas con más renombre por aquel entonces. Allí emprendió un aprendizaje que le llevaría a atreverse, sin apenas conocimientos prácticos sobre confección, a lanzar su primera colección al mercado. Y su acogida no pudo ser mejor.

placeholder Michael Kors con Blake Lively y su madre (Getty).
Michael Kors con Blake Lively y su madre (Getty).

El éxito en sus manos… y en su carácter

Todavía hoy, cuando el diseñador es uno de los grandes nombres propios de la moda, se recuerda la capacidad que tenía para vender sus colecciones a través de la palabra. Hasta la mismísima Anna Wintour, de carácter inquebrantable, se dejó seducir por la labia del diseñador neoyorkino cuando todavía era poco menos que un desconocido.

La década de los 80 supuso el gran punto de partida para el diseñador. Fue cuando fundó la compañía que llevaría su nombre, rendida completamente al diseño femenino. El carácter de Kors quedaba plasmado en una colección con una belleza estética y un gusto por las dimensiones exquisito. De difícil comparación dentro de la industria, sus trabajos destilaban elegancia. Los halagos en sus primeras colecciones fueron un habitual durante una gran cantidad de años.

placeholder Michael Kors (Getty).
Michael Kors (Getty).

Su carácter inquieto ha hecho que la vida profesional del diseñador no se haya quedado únicamente en las pasarelas femeninas. Las moda para mujeres dio paso a la masculina, a los accesorios… ¡y hasta a la televisión! El diseñador estadounidense participó como jurado, junto a Heidi Klum, en un reality sobre moda, ganándose al público de nuevo haciendo gala de su característica personalidad.

Sin embargo, no todo han sido experiencias positivas en su carrera. En 1993, fruto de la crisis económica, la compañía del diseñador tuvo que declararse en bancarrota. Fue necesaria una gran reestructuración para que la marca que lleva su nombre volviese a ver la luz pocos años más tarde. Tiempo que aprovechó para compaginar la dirección de su firma con la dirección creativa de Céline, aportando su brillante gusto por las proporciones. En la actualidad Michael Kors es uno de los grandes de la industria, capaz de jugar con la superposición de capas, la elegancia y la sobriedad bajo colecciones únicas, capaces de enamorar hasta a los más escépticos. Y si no, que se lo pregunten a Anna Wintour.

Michael Kors es el perfecto ejemplo de cómo conocer la industria para la que trabajas. Por historia, uno de los grandes problemas a los que se deben enfrentar algunos de los mejores diseñadores del mundo es que solo han sido capaces de vivir la moda desde una perspectiva, la que hace referencia al diseño. Pero no desde la otra, la del modelaje. A Michael Kors, sin embargo, no le ocurre esto. Y es que, habiendo trabajado de modelo desde que era un niño, fue conociendo las bambalines de un sector en el que hay mucho que aprender.

Cèline
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