Operación Melania Trump: un vestido con mensaje y un tuit paranormal

Después de llevar la chaqueta más polémica del año firmada por Zara -no: no vamos a olvidar nunca ese tropiezo estilístico, porque siempre da mucha vidilla empezar con este recuerdo los textos-, quedó claro que Melania Trump no tiene en cuenta ni los mensajes de las prendas que elige, ni la filosofía de las propias marcas. Sin embargo, llevamos algunos meses advirtiendo algo en el armario de Melania. Para comenzar, su afán por repetir prendas, algo que hace un año era excepcional y que el año pasado se convirtió en el pan de cada día del armario de la primera dama, nos hizo pensar que Melania quizás estaba tomando conciencia de la necesidad de volcar su fortuna en otros menesteres.

Cierto es que luego se compraba un abrigo de Christian Dior de más de 8.000 € y echaba por tierra nuestra teoría, pero… El vestido con el que Melania Trump se ha despedido del 2018, un año repleto para ella de tropiezos de estilo no exentos de polémica, ha sido un diseño digno de alfombra roja de Stella McCartney, una firma cada vez más habitual en su armario.

¿Que por qué nos llama la atención esta apuesta por la diseñadora británica? Porque sus diseños simbolizan la sostenibilidad, por lo que quizás Melania Trump esté dando a entender al mundo que al contrario de su marido, ella sí se preocupa por el medioambiente. Vamos, que al contrario de lo que reza su parka de Zara, a ella le importan las cosas. El vestido Joy Hot Fix costaba 2.895 € y ahora cuesta 1.158 €.

Es un diseño de escote drapeado con forro de seda y aplicaciones de cristal confecciondo en Italia. El año pasado, Melania Trump se despedía del 2017 con un diseño de Erdem, otra de las marcas de cabecera de Meghan Markle, que adora también Stella McCartney, firma encargada de confeccionar su segundo vestido de novia. El diseño por el que apostaba Melania por aquel entonces costaba 4.000 dólares y era mucho más ostentoso que este discreto vestido negro de la marca inglesa.

De hecho, dos años atrás apostaba por una de sus marcas preferidas, la polémica Dolce & Gabbana, una firma por la que quizás haya decidido no decantarse este año tras las acusaciones de racismo con las que el dúo de diseñadores italianos cerró el año. Parece que Melania Trump está intentando no dejarse llevar únicamente por las apariencias a la hora de elegir las marcas que luce para asegurarse así de que los mensajes que manda al mundo con sus looks sean los adecuados. Desde que Ivanka Trump comprobara que elegir una marca sin saber el pasado de la misma puede pasar factura, como ocurrió al lucir un dos piezas de Gabriela Hearst, una diseñadora que no duda en proclamar su desacuerdo con la política de Trump, ahora las decisiones de estilo parecen meditarse más en la Casa Blanca. Seguiremos de cerca los looks de Melania Trump para comprobar si la primera dama quiere pasar un año tranquilo o si se va a convertir una vez más en, literlamente, una fashion victim.

Sin embargo, por más que Melania cuide sus looks, parece que una mano negra se esconde tras sus elecciones de estilo e incluso tras sus publicaciones. Cuando la primera dama subió la imagen de una ballena beluga en su Twitter con el texto “¿Qué está pensando?”, ocurrió algo insólito. Los usuarios de Twitter se dieron cuenta de que la imagen cambiaba según el dispositivo que se usaba para ver la publicación, cambiándose la imagen de la ballena por la de una jirafa dependiendo de en qué dispositivo se viera el tuit. En realidad, la duda que nos asalta no es qué demonios pasa con el Twitter de Melania ni en qué está pensando la pobre ballena/jirafa cambiante, sino en qué está pensando Melania Trump cuando la lía tanto con sus looks.