¿Perdonará China a Dolce & Gabbana?

Si bien es cierto que la moda parece tener una capacidad para olvidar los errores pasmosa, hay tropiezos de tales dimensiones que no son tan fáciles de enterrar. Aunque Dolce & Gabbana es una marca que no solo se ha acostumbrado a las polémicas, sino que ha aprendido a sacar provecho de ellas -sí, hablamos de una firma que vende por 195 € camisetas que rezan “#Boycott Dolce & Gabbana”-, parece que su último terremoto va a tardar en ser olvidado.

Cuando la firma se vio obligada a cancelar su desfile en Shanghái por culpa de un anuncio en el que una modelo oriental tomaba un plato de pasta con palillos chinos, al presentar al poco tiempo su nueva colección sin ningún problema, parecía que los italianos habían vuelto a sacudirse la polémica. Los periodistas invitados al show, que duró dos días, publicaron sus valoraciones olvidando que hacía tan solo tres semanas, muchos señalaban el fin de Dolce & Gabbana.

La conocida periodista Suzy Menkes tampoco vio necesario no acudir al show y publicó en sus redes sus opiniones, recibiendo por ello una oleada de odio de los que no entiendieron que acudiera al desfile de una firma acusada de racismo. La verdad es que pudiera parecer que a los italianos el mundo les da igual. En diciembre abrían una nueva tienda en Roma y se jactaban de que sus acciones parecen no tener nunca consecuencias, al menos, a largo plazo.

Pero el problema de este último desliz es que al haber sido condenado y extendido por redes sociales, ha terminado por afectar especialmente a los más jóvenes, por lo que los millennials chinos no van a olvidar con facilidad semejante ofensa, y estamos hablando de uno de los pilares del lujo del futuro. “La gente de Occidente ha visto esta controversia desde la tercera persona, por lo que no se ha sentido directamente afectada ni atacada, al contrario de lo que ha ocurrido con los consumidores chinos. En términos de daños, este hecho es totalmente crucial. Un extranjero puede ver este episodio como 'uno de los muchos errores' que las marcas hacen en términos de marketing. Quizás Occidente esté más acostumbrado a la controversia, pero los chinos no. Por eso creo que las consecuencias negativas en China sí van a durar”, explica a ‘WWD’ Pablo Mauron, de Digital Luxury Group.

Por si fuera poco, los diseños de Dolce & Gabbana no son especialmente atractivos para gran parte de los consumidores chinos, por lo que esta polémica podría ser la gota que colmara el vaso. Sin embargo, si las celebrities siguen apostando por la marca, los más jóvenes pueden continuar apostando por ella pese a lo ocurrido. Quizás la razón por la que las celebridades chinas se negaron a acudir al show fuera en realidad el miedo a la repercusión mediática y no la polémica de los diseñadores.

El año pasado, Dolce & Gabbana invirtió 12,8 millones de euros en abrir tiendas en las ciudades chinas Ningbo, Shenzhen, Chongqing y Guangzhou, por lo que junto a la disculpa pública que los diseñadores han hecho, tendrán que tener especial cautela para conseguir el perdón de China si no quieren que su negocio flaquee.