Jon Kortajarena, plagio y racismo: la radiografía de Moschino

Hoy en día es difícil escaparse de los coletazos del plagio en la moda ante la analítica mirada de la cuenta de Instagram Diet Prada, que no dudó en señalar a los diseños de Jeremy Scott para recalcar el estremecedor parecido con los de la diseñadora emergente Edda Gimnes, que a su vez empleó sus redes sociales para mostrar su disgusto. Sin embargo, ya sabemos que la moda olvida y perdona rápido, por lo que el último desfile de Moschino ha conseguido barrer el recuerdo de la última polémica al hacer de la espectacularidad su insignia.

No querríamos hacer un spoiler, pero sí un pequeño adelanto: su show puede haber hecho a la gente olvidar un tropiezo, pero hay otro desliz que puede hacer daño a la marca italiana y que el desfile no ha conseguido eclipsar del todo… Pero no adelantemos acontecimientos.

El reinado de Kortajarena

En pleno Pitti Uomo, la marca ha organizado un desfile en los estudios de cine Roman Cinecittà, obligando a los asistentes a abandonar Florencia para disfrutar de su homenaje al director Federico Fellini. Su última colección ha servido para presentar sus propuestas para hombre y mujer, pero el protagonista indiscutible del desfile ha sido Jon Kortajarena, al que Jeremy Scott coronó para convertirlo en todo un Pelayo Díaz de las pasarelas. El modelo disfrutó de la ciudad de Roma y se fotografíó en el Coliseo Romano con el texto “un gladiador vasco”.

Kortajarena ha agradecido al diseñador Jeremy Scott el haberle permitido formar parte del desfile, que disfrutó bromeando en el backstage junto al modelo Dean Perona, que compartió en sus redes una imagen en la que lucía un tutú junto a nuestro modelo más internacional.

Partiendo de ‘Fellini Satyricon’, los peinados del desfile -a cargo de Jimmy Paul- se convirtieron en uno de los puntos álgidos de este inolvidable desfile en el que las mujeres quedaban retratadas como auténticas guerreras.

La sombra del racismo

Pese a la espectacularidad del desfile, en el otro lado de la balanza, la polémica vuelve a desestabilizar las cosas para Moschino. Al igual que les ocurriera hace dos meses a Dolce & Gabbana, y del mismo modo que Prada se ha visto sacudida por acusaciones similares, el racismo planea ahora sobre la marca. La firma ha recibido una demanda procedente de Estados Unidos a manos de una exempleada de la marca, una mujer de origen haitiano llamada Shamael Lataillade. La estadounidense asegura que su supervisora ​​en la tienda WeHo llamaba Serena -en referencia a la conocida tenista Serena Williams- a las clientas negras que no lucieran diamantes. Es más, asegura que los empleados tenían que vigilar atentamente las acciones de las clientas apodadas de tal forma e incluso anotar el número de sus matrículas. Shamael asegura que dicha supervisora se burlaba de ella y la acusaba de hacer vudú.

El retorno del supuesto plagio

No podemos valorar si las acusaciones anteriores son ciertas, pero queremos que veáis los diseños de Edda Gimnes y del desfile anterior de Moschino para que nos contéis si creéis que se trata de un caso de plagio o no. Edda presentó en el mes de noviembre sus diseños a la firma y descubrió que las propuestas de la misma sobre la pasarela se parecían a las suyas.

La diseñadora ha decidido que no va a emprender acciones legales y Jeremy Scott ha asegurado que en realidad se trataba de un homenaje al trabajo de Franco Moschino, pero queremos saber vuestra opinión.