Llegamos temprano al estudio y divisamos a lo lejos a una mujer enfundada en un singular abrigo customizado, deportivas chunky de Sixtyseven y bolso de mano de Calvin Klein. Esbelta, vital y con una imponente melena rizada, nos muestra el diastema que se ha convertido en su sello de identidad al sonreír.
Hemos quedado con la modelo y actriz Cecilia Gómez para rendir homenaje a Freddie Mercury, y es precisamente el nombre del cantante el que dice un miembro del equipo al verla aparecer. “Es que tiene un rollo muy Mercury”, susurran mientras Cecilia abre su abrigo para contarnos que compró su minifalda en una tienda de Malasaña y que la camisa era de su abuela. A ella le debe no solo la prenda, sino también la descripción con la que se presenta en Instagram: “Tengo diastema por lianta”, dice orgullosa en su perfil. “Mis padres tienen una tienda de recambios de coches en la que, por supuesto, hay fusibles, y la verdad es que son como mis dientes. Tal cual. En el colegio, los niños me llamaban 'dientes de fusibles' y mi abuela, que era muy teatrera, me decía que tenía la boca así por lianta”, dice entre risas
La catarsis de la interpretación
Encarna a la prostituta Eugenia en la superproducción de Movistar+ ‘La peste’, y su primer papel como actriz ya ha hecho que los medios y el público se fijen en esta sevillana con ganas de comerse el mundo. Lo habitual cuando se le pregunta a una actriz con quién le gustaría actuar es nombrar a Meryl Streep o a Penélope Cruz, pero Cecilia asegura que quiere actuar con todo el mundo. “Soy tan virgen en esto que aprendo de cualquier persona”, afirma.
En su mirada se ven esas ganas de absorber experiencias y conocimiento y, sobre todo, de dejar esa timidez que paradójicamente suele ser la acompañante de todas las actrices. “En las clases de actuación me voy quitando capas. Es entonces cuando te das cuenta de la huella que dejan las experiencias y lo que la gente te va diciendo, sobre todo si eres sensible como yo. La actuación te ayuda a entender tu trayectoria y cómo te comportas, a comprender el porqué de cada una de las cosas que haces”, dice mientras reflexiona.
Le preguntamos si cuando responde a entrevistas o habla con gente en eventos siente, al proyectar una imagen de desinhibición absoluta, estar actuando. “Muchas veces me lo pregunto. De hecho, lo reflexiono a menudo: ¿quién soy en realidad? A medida que he ido creciendo, reduzco el pudor y, sin duda, la actuación me está ayudando a hacerlo”, comenta.
Aunque no cree en las casualidades, lo suyo con la actuación fue lo que muchos llamarían una casualidad. “El mismo día que me llamó la directora de casting de ‘La peste’, iba a pagar la matrícula para una escuela de diseño de moda. Mi madre estaba en mi casa conmigo porque supongo que pensaba que se me estaba yendo la cabeza… Tenía cita a las 11 de la mañana y cuando estaba cerrando la puerta, a las 10, me llamaron para hacer la prueba. Siempre había dicho que quería probar lo de ser actriz y fue entonces cuando descubrí una parte de mí que desconocía y quería descubrir. Soy muy sensible y hasta entonces no había encontrado la forma de canalizarlo. Con la actuación he descubierto algo que me llena”, reconoce.
Pese a todo, no sabría decir si se quedaría con su faceta de modelo o de actriz. “Lo que me gusta de ambas profesiones es la cámara. Al final, se trata de expresar. En realidad, actuar me hace sentir más viva, porque hacía tiempo que sentía un vacío que se ha llenado con la actuación. He descubierto que me faltaba algo”, sentencia.
Precisamente se aleja de la moda en un momento en el que la belleza diferente se impone. Basta con pasar unos minutos en un departamento de marketing de una firma para comprobar que los cánones habituales ya no resultan atractivos. Cecilia es, en estos momentos, el tipo de mujer que la moda demanda. ¿Cree en la diversidad en la pasarela o considera que es una estrategia de marketing? “Sinceramente, no sé si es un truco, pero es interesante que la moda abarque más y es importante que así sea, porque… ¿Qué es la belleza? ¿Quién dice lo que es bello?”, se pregunta.
Cecilia ha vivido en Londres y en Barcelona, pero ha encontrado en Madrid su nuevo hogar. Antes vivía en Malasaña, pero un grupo inversor compró el edificio en el que residía para poner pisos de Airbnb y tuvo que cambiarse de casa. “Malasaña se ha convertido en una zona de paso, de maletas. Lavapiés es como un pueblo, pero uno de verdad, que tiene todas esas cosas que te hacen sentir que estás en un barrio. Y claro, yo soy de pueblo, así que eso lo llevo muy dentro”, dice con orgullo.
La moda como reflejo
Cecilia asegura no tener un estilo definido y reconoce vestirse acorde a su estado de ánimo. Sus firmas de cabecera son Vetements, Saint Laurent y Balmain, y dice entre risas que sus looks suelen ser muy locos, aunque precisamente el de hoy es mucho más sosegado.
Reconoce que ama disfrazarse, por lo que esta sesión, inspirada en Freddy Mercury, encaja con esa cara teatrera que comparte con su abuela
En unos días va a comenzar clases de guitarra, así que en el momento en que le damos una durante la sesión, enfundada ya en un blazer de lentejuelas de Elisabetta Franchi combinado con camiseta blanca de Lee y pantalón vaquero a rayas de Bershka, se siente viva. La película ‘Bohemian Rhapsody’ le puso los pelos de punta y los casi 20 minutos de concierto que aparecen en el largometraje le parecieron abrumadores. Para hablar del estilo de Freddie Mercury, ese al que hoy rendimos homenaje, tiene una palabra: fantasía. Se sumerge en ese aire fantasioso al lucir una camisa cruzada de Samsoe y un pantalón campana multicolor de Teté by Odette.
El deseo de break free
No sabe a qué cantante le gustaría interpretar si tuviera la oportunidad de hacerlo, aunque confiesa que el día anterior tuvo “un día de peluquitas” y le dio por imitar a Alaska en casa. “Sería un reto, porque soy muy tímida y lo de cantar…”, dice resoplando. Le comentamos que ahora que va a comenzar sus clases de guitarra, quizás podría hacer de Camarón. “Mira, el pelo ya lo llevo”, dice tocándose su melena rizada.
Cuando nos despedimos y la sesión ya está en funcionamiento, vemos a Cecilia enfundada en un mono estampado de Ana Locking combinado con una chaqueta plateada con volúmenes de la diseñadora. La oímos gritar y canturrear a lo lejos y pensamos en lo cierto que es lo de que la actuación la está ayudando a combatir la timidez. Nos planteamos dar clases, siguiendo su consejo, y nos vamos despidiéndonos en silencio para no molestar. Definitivamente, necesitamos un cursito para lograr ese ‘break free’ que Cecilia ha conseguido mediante la actuación del mismo modo que Freddie Mercury lo logró con la música.
Estilismo: Carla Aguilar
Texto: Marita Alonso
Asistente de estilismo: Sandra Muñoz
Fotografía: Tomás de la Fuente
Asistente de Fotografía: Luis Iruela
Maquillaje: Manu Fernández (Cool) para Kiehl’s
Peluquería: Jose Belmonte (Cool) para Nars
Producción: Pilar Grosso
Diseño: Bolívar Alcocer
Desarrollo: Jorge Massanet