SU LOOK A EXAMEN
Isabel Preysler, fiel a su estilo en la cena de gala en honor al presidente de Perú
Ejerciendo como acompañante de su inseparable pareja, el escritor Mario Vargas Llosa, la reina del papel cuché ha acudido a esta cita con la intención de poner el toque de glamour
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Los Reyes, con una impresionante Letizia enfundada en un vestido palabra de honor de Felipe Varela, comienzan a saludar a todos los asistentes a la cena de gala en honor del presidente de Perú, Martín Vizcarra, y su esposa, Maribel Díaz, que han ofrecido esta noche en el Palacio Real de Madrid. Entre los invitados, personalidades de todas las índoles: políticos, diplomáticos, periodistas, escritores… Y el desfile, a modo de paseíllo, para saludar al rey Felipe VI y la reina Letizia, y a sus tan ilustres acompañantes, empieza. Nada raro tratándose de un acto de tal envergadura y donde el protocolo debe cumplirse a rajatabla.
Begoña Gómez, con un look que ni fu ni fa, pasa desapercibida en uno de los encuentros que puede ser de los últimos que protagonice como 'primera dama'. Los invitados siguen pasando y no cabe destacar nada por encima de lo normal. Hasta que llega ella, Isabel Preysler, la cual asiste a tal exclusiva cena como acompañante del escritor peruano (está claro que no podía faltar a la cita) y premio Nobel, Mario Vargas Llosa, su pareja desde hace años.
Ella tiene muy claro a qué ha venido esta noche, simplemente a deslumbrar, y lo ha hecho fiel a su estilo personal, del que suele hacer gala, porque si hay algo que le gusta a Isabel es hacer presencia en este tipo de actos. Entre encajes, transparencias y pedrería, así es el vestido que Isabel Preysler ha elegido para, una vez más, acaparar los flashes de todos los fotógrafos y, por qué no, desbancar a la propia Letizia. Pero, Isabel, tenemos que decirte algo, tu look no está del todo mal, pero superar a la Reina, no, no la has superado.
La gran reina de la crónica social, Isabel Preysler, se ha decantado por un ajustado vestido largo en color crema que lo tiene todo, y no por bueno, sino por exceso: bien de encajes, algo de transparencias y una gran lluvia de pedrería, muy Preysler, la verdad. Para enmarcar la silueta, Isabel ha optado por un minicinturón de piel del mismo tono del vestido con una hebilla decorada con strass, porque si no había tenido suficiente brillo, ahí va algo más.
Como complementos, un sencillo clutch a juego y la verdadera joya del outfit, mejor dicho, las verdaderas joyas, porque hablamos del par de pendientes y el anillo que ha lucido hoy Isabel y que proceden de la exclusiva casa de joyería Rabat. Se trata de unos grandes aros de oro blanco con ondas en pavé de brillantes blancos y también de un solitario de oro blanco con un diamante central de talla octogonal y rematado con otros diamantes en talla baguette. Ambas joyas están valoradas en nada más y nada menos que 11.100 euros.
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