Brigitte Macron se viste de rojo para invocar a la buena suerte china

La prensa francesa señalaba que Brigitte solo viste de rojo para las grandes ocasiones, lo que ha levantado más de una sospecha sobre el carácter de la cena de Estado. Teorías aparte, lo que sí es un hecho es que el rojo es el color de la buena suerte en China, un claro guiño a los invitados del palacio del Elíseo.

A sus 65 años, la primera dama francesa ha presumido de su esbelta figura con un vestido rojo de mangas abullonadas y escote barco marcado a la cintura con apliques de brillantes a modo de cinturón. Otro detalle marca de la casa fue la apertura lateral del vestido que dejaba a la vista las piernas de Brigitte Macron, una de las partes de su anatomía de la que más presume.

El vestido de la primera dama se convertía en el centro de todos los flashes por lo poco habitual que resulta ver a Brigitte Macron vistiendo este color. Los tonos pastel como el lavanda o el azul claro suelen ser sus elecciones predilectas para los eventos de día, mientras el azul marino es su opción ganadora cuando cae la noche y hay que acudir a cenas de gala o recibir invitados en el palacio del Elíseo.

Pero no todo se quedaba en el vestido porque los accesorios de la primera dama también estaban milimétricamente escogidos, siguiendo las últimas tendencias. Con estos espectaculares stilettos plateados que asomaban por una de las aperturas del vestido, Brigitte Macron presumía de bronceadas piernas, además de apropiarse de una de las tendencias más arriesgadas del street style. Para continuar con los destellos plateados de su total look 'invocación de la buena suerte china', la primera dama también eligió un clutch plateado a juego.

Fiel a la etiqueta y a su estilo para las cenas de Estado, la mujer de Emmanuel Macron apostó por un recogido a media altura que aportaba volumen a la coronilla y dejaba libre su característico flequillo al más puro estilo chic francés. Para acompañar a este rompedor outfit, Brigitte lució su habitual maquillaje de ojos, en tonos muy oscuros para marcar aun más su mirada. Su siempre bronceada piel hizo el resto.