Seguro que alguna vez te has topado con el nombre de alguna celebridad acompañado de la coletilla ‘en su mejor momento’ en una revista del corazón. Basta con echar un vistazo a las redes sociales de Dafne Fernández para saber que la actriz se encuentra en una de esas fases que bien podrían ampararse bajo ese manido titular. Pero que a todos nos da miedo reconocer por temor a que se rompa el hechizo.

Dafne se muestra precavida a la hora de valorar su situación actual: “Te diría que me encuentro en un momento diferente, tanto en lo personal como en lo profesional. ¿Que si estoy en el mejor? Estoy en el que puedo estar ahora mismo. Como madre y mujer estoy en un punto increíble de mi vida en el que disfruto mucho de la maternidad y tengo la inmensa suerte de que profesionalmente puedo conciliar”, sentencia. Sin embargo, la conciliación de Dafne no es una de de las que nos venden como cuentos de hadas en las que no hay que renunciar a nada. En su mundo, como en el real, las hadas madrinas son sus familias, que han sido el mayor apoyo de Dafne y Mario Chavarría, fotógrafo con el que contrajo matrimonio en septiembre del 2017.

Una madre libre de culpas

“He tenido que renunciar a trabajar. Ahora mismo trabajo los viernes y los sábados, por lo que tengo una conciliación idílica. Por un lado sé que renuncio a más papeles, pero por otro estoy con mi hijo de domingo a jueves”, explica la actriz con orgullo.

Al hablar de su hijo Jon, recordamos esos titulares alarmistas que señalaban que el matrimonio lo había pasado fatal durante su escapada a Nueva York sin su bebé. Se nota que Dafne ha sufrido arañazos de algún medio que otro, pues rectifica sus respuestas para evitar que el titular se vuelva en contra, como ya le ocurrió tras su viaje, que, pese a lo que algunos medios aseguraron, no tuvo nada de dramático. “De hecho, teníamos que habernos ido mucho antes”, dice la actriz con determinación. “Antes me iba de viaje y mi mayor preocupación era si iba a hacer bueno o no para hacer la maleta, pero ahora pienso en que voy a estar cinco días sin ver a mi hijo. Te da tristeza, claro, pero nos vino superbien. Lo que sí es cierto es que en el avión me planteé la posibilidad que que nos pasara algo a Mario o a mí… Mi hijo se quedaba sin padres. Y esa idea no se me había pasado hasta entonces por la cabeza”, asegura.

Son muchas las madres famosas que son señaladas con furia por algunos medios por haber salido a cenar sin su hijo o haber ido de fiesta. Le preguntamos si ella también ha sentido esa injusta presión o si se ha sentido culpable por separarse un momento de Jon. “Para nada, porque me muevo en un entorno en el que no es que mi marido simplemente ‘me ayude’, sino que nos repartimos el 50% de la responsabilidad. Hasta los seis meses decidí no trabajar, pero ahora me muero por volver a mi vida, porque ante todo soy una persona y una mujer a la que le gusta ganar su dinero. Quiero que mi hijo me vea como alguien individual”, dice con firmeza.

Su exitosa reincorporación al mundo laboral

Dafne trabaja los viernes y los sábados en la obra ‘Yo y sus circunstancias’, un thriller que protagoniza junto a Pablo Rivero. Esta experiencia gastroescénica tiene lugar en el madrileño NH Collection Eurobuilding y está siendo acogida con fervor por el público, que disfruta antes de la actuación de canapés delicatesen elaborados por el chef Luis Bartolomé. “Cuando terminamos la actuación, que dura una hora, salimos a la suite y nos hacemos fotos con la gente, que disfruta de una copa después. Una de las cosas que más me sorprende es que la gente recomienda la experiencia porque asegura que jamás había visto algo igual. La obra es bastante compleja, pero ahonda en la complejidad desde una perspectiva muy cómica. El público se lo pasa bomba, pero la obra con su final te hace reflexionar”, asegura.

Al hablar de comedia, recordamos que Dafne hizo hace pocos meses su primer monólogo y no podemos evitar preguntarle cómo se sintió y si el guion era suyo. “Hay profesionales que escriben muy bien y confío plenamente en ellos. Me sentí muy bien, porque nunca me he creído graciosa ni he sido la chistosa del grupo, pero cuando tienes un buen texto… Al fin y al cabo, los cómicos también actúan e interpretan un personaje. Los tempos lo son todo en la comedia”.

La política desde un nuevo ángulo

Ante el momento político actual, le preguntamos cómo está viviendo los resultados electorales y si la política se ve de forma diferente desde la óptica de la maternidad. “La verdad es que siempre he querido un mundo mejor para todos, nunca he sido individualista ni he querido lo mejor para mí. ¡Quiero las mismas oportunidades para todos! Sí es cierto que siendo madre me fijo más en que se invierta en educación pública, porque tanto mi marido como yo la tuvimos, por lo que miramos los partidos que la apoyan. Lo mismo ocurre con la sanidad, porque yo nací en un hospital público”, explica.

No quiero ser la típica persona que le pregunta a una madre qué quiere que su hijo sea de mayor, pero… Pero qué demonios: lo soy y al hablar de educación, no puedo evitar preguntarle a Dafne no solo qué quiere que sea Jon, sino qué le parecería que un día le dijera que quiere ser influencer: “Quiero educarlo de forma que nunca llegue a pensar ‘quiero ser influencer’, ese es mi objetivo. Espero que no se le pase por la cabeza. Que sea lo que quiera y que así consiga cumplir eso de ‘haz lo que te guste, porque entonces nunca trabajarás’. Como madre me gustaría ser observadora, apoyarlo en todo lo que le haga feliz y poner todo mi empeño para que sea el mejor”, dice con determinación para después susurrar: “A ver si cambian la educación, porque…”.

El calor de las nuevas generaciones, la moda y los sueños

Dafne vuelve a estar en el radar de los más jóvenes gracias a su paso por ‘MasterChef’: “Eso me ocurría en UPA Dance, pero ahora, después del programa, los niños del colegio me reconocen”. Le comentamos que nos sorprende que niños pequeños (por las horas, claro) vean ese programa y me contesta, entre risas, que ella fue la primera sorprendida. “En su momento me volví loca con la cocina. Tomaba clases, iba a restaurantes constantemente, me ponía a estudiar al volver a casa… Al ser expulsada, pedí comida a domicilio durante dos meses”, dice. Asegura que las interminables horas de grabación, el encontrarse casi en el tercer trimestre de embarazo y el haber cometido una “cagada”, como ella asegura, con productos en salazón -que en pleno embarazo jugaron en su contra- fueron los causantes de su expulsión, que consideró justa.

La intérprete nos cuenta que le gusta divertirse sobre la alfombra roja y huye de un estilo específico. En las últimas semanas, la hemos visto lucir diseños de Pedro del Hierro con una imponente melena construida a base de extensiones y deslumbrar con un ‘little black dress’ de Redondo Brand. “Para mí, la alfombra roja es un momento especial, me encanta aprovechar la oportunidad. En mi día a día visto de gris, burdeos, marrón o negro. Por supuesto, elijo ropa cómoda y no suelo llevar tacones, porque mido 1,78 cm”, dice mientras ríe.

Ahora que hablamos de alturas, queremos saber cuán alto llega en sus sueños actuales. “Me apetecería muchísimo hacer una serie para Netflix, porque es la plataforma que más vemos en casa y es increíble, aunque también me gustaría hacer una serie con Movistar. Una de mis aspiraciones es trabajar con Jota Bayona y con Inés de León en alguno de sus nuevos proyectos”.

De momento, vamos a comprar entradas para ver su obra teatral, disfrutar de esa experiencia gastroescénica (de la que hemos hablado como ‘gastroexperiencia’ mil veces a lo largo de la entrevista, corrigiéndonos pacientemente Dafne para que no cayéramos en el bochorno que acabamos de destapar en cada ocasión) y comprobar que la actriz, aunque no lo diga por temer al mal fario, está en su mejor momento.

Estilismo:
Carla Aguilar
Fotografía:
Olga Moreno
Asistente de fotografía:
Helena Sánchez y Xtriman
Maquillaje y peluquería:
Cynthia de León (Cool) para Vichy y Redken
Estudio y atrezo:
Estudio Cenital
Producción:
Pilar Grosso