Diseño japonés y huella española en unas zapatillas

La familia Cebrián, dueños de la firma El Ganso, no para de inventar y en esta ocasión quisieron rediseñar uno de sus emblemáticos modelos de zapatillas, pero para ello buscaron más allá de nuestras fronteras, querían que tuviera un sello único. Seishi Tanaka fue el elegido. Un diseñador y emprendedor "acostumbrado a hacer las cosas a contracorriente", así le definen desde El Ganso. Creador de la firma TST Shoes, es uno de esos pocos héroes que siguen creyendo que las mejores factorías de calzado están en Europa, al revés que sus compatriotas y muchos otros del sector. Mientras la mayoría de los productores de zapatos desplazan sus fábricas a Asia, él lo hace en este nuestro continente.

La idea era volver a los orígenes centrando toda su atención en la pieza que hizo que esta marca alcanzara el éxito absoluto: las zapatillas. De ahí han nacido, según cuentan desde la firma, "los modelos Squash en 4 colores muy corporativos y el modelo German Trainer piel blanca, que atiende más a tendencia, reinterpretando la zapatilla de deporte del Ejército alemán con la que hacían deporte en los 70 (indoor) con nuestra nueva apuesta de la banda lateral". Uno de los detalles más particulares de este diseño con cuerpo de napa blanca, puntera de ante gris y suela gum es la firma de Tanaka que va en el interior de la zapatilla sobre la plantilla.

Además del rediseño de sus clásicos, la firma española está en un momento de asentamiento y crecimiento a nivel online, centrando su atención en su ecommerce y en la apuesta por ventas a tiendas multimarca y en las franquicias internacionales. En la actualidad tienen 170 puntos de venta y una plantilla de 700 personas.

La historia de la marca

Álvaro (1975) y Clemente Cebrián (1974), licenciados en Ciencias Empresariales por CUNEF, la mítica escuela de estudios financieros de Madrid, fundaron la marca, que es 100% familiar, en 2004. Su primera tienda fue la de la calle Fuencarral de Madrid en 2006. En su página web cuentan su historia: "Estuvimos varios veranos en Londres, aprendiendo inglés, y en estos veranos veíamos ropa que nos entusiasmaba, un estilo que en España, nuestro país de origen, no veíamos. Pensamos que si nos inspirábamos en estas grandes marcas para hacer nuestro producto, le dábamos nuestra propia personalidad y lo vendíamos a un precio asequible, era posible crear nuestra historia". Siguen en ello.