La moda le saca tarjeta roja a Georgina Rodríguez

Las cosas no podían irle mejor a Cristiano Ronaldo durante la celebración del título de campeón del Calcio (Serie A) con la Juventus. Junto a la euforia de haber ganado, el futbolista sumaba a su alegría el celebrar su triunfo junto a su madre, María Dolores dos Santos Aveiro, y su chica, Georgina Rodríguez. Pero las cosas nunca pueden ser perfectas y el look de Georgina hizo que la celebración tuviera un 'arghhh' en toda regla a causa de su apuesta estilística que tildaremos, cómo no, de choni.

Pero no de choni en plan Rosalía, que apuesta por esta estética con vocación propia y cierta ironía, sino de choni en plan Ronaldo, que cree estar eligiendo looks superestilosos cuando lo cierto es que está apostando por outfits dignos de la tienda Pimkie en liquidación.

Georgina se planta una camiseta XS de la Juventus sobre su top de manga larga de canalé negro y le hace un nudito para dejarnos claro que ella, antes que devota futbolera, es sexy. Por más que se lleve la moda oversize, ella nunca dejará de apostar por prendas que se ciñan a sus curvas. Y hablando de ceñirse a sus curvas… Georgina Rodríguez apuesta por unos pantalones hiperceñidos con rotos que desconocemos cómo se quitará sin ayuda de unas tijeras y que tuvimos miedo de que estallaran cuando se arrodilló para posar junto a la copa. Junto a los detalles ripped, los vaqueros cuentan con lentejuelas azuladas en algunos de los rotos, porque puestos a elegir unos jeans que van en contra de la OMS, qué mejor que apostar por un modelo brilli-brilli.

Por si fuera poco, suma al look unos botines de caña alta que acortan la silueta y que consigue poner sobre sus jeans, que para entonces ya formaban parte de su piel y que solo podrían ser quitados con láser, como si del tatuaje de tu primer novio se trataran. Para que el look no quedara poco completito, la novia de Ronaldo suma un cinturón negro de Prada cuando, de verdad, esos jeans no se iban a caer en ningún momento, pero una ha de presumir de marcas siempre. Georgina añade al outfit unos pendientes en forma de lágrimas en cadena.

Esperamos que la copa estuviera llena de champán y los allí presentes pudieran darle un trago para asumir esta aberración estilística. Suponemos que Georgina, al tener que lucir una camiseta de fútbol, habría deseado que su novio fuera patinador artístico, pero la vida nos da limones y hace la limonada más ácida jamás probada.