Penélope Cruz (a lo Audrey y poco sorprendente) recoge su Premio Donostia

Que Penélope Cruz es toda una experta en la alfombra roja no es un secreto, como tampoco lo es que Chanel se ha convertido en su firma predilecta. Ya puede ser abanderando la última colección del desaparecido Karl Lagerfeld o sorprendiendo con un total look blanco compuesto por body de satén y traje de chaqueta y pantalón wide leg para presentar su última película. El blanco y la maison francesa jamás defraudan y la de Alcobendas lo sabe.

Para subir a por su merecido Premio Donostia a toda su carrera -que para sorpresa de todo el mundo ha recibido de manos de Bono, cantante de U2-, la actriz ha elegido sabiamente sus mejores galas, haciendo uso de su elegancia, belleza y su nuevo binomio de éxito: el blanco y Chanel... ¿De verdad hay alguien sorprendido?

Lo podíamos haber vaticinado después de sus últimas apariciones en San Sebastián. Espectacular, innegablemente; atrevida... Por desgracia, no. A no ser que el one sleeve, en este caso el 'one' tirante pueda catalogarse de atrevido. Con una gran inspiración 'audreyhepburniana', bastante habitual en Penélope, la actriz no ha querido arriesgar los más mínimo.

El vestido, perteneciente a la colección Fall-Winter 2019/20 Haute Couture de Chanel, está compuesto por una falda abullonada con detalle de plumas rosas en uno de los laterales, originalidad salida de la mente de Virginie Viard, nueva diseñadora de la marca después del fallecimiento de Lagerfeld.

Rompiendo con el volumen de la falda, el cuerpo más entallado y con una cintura compuesta por pequeños pliegues, está acentuada con un minicinturón negro que nos traslada a la propia Audrey de 'Vacaciones en Roma' y a su versión más actual del vestido blanco de Diane Lane en 'Bajo el sol de la Toscana'.

Menciones cinematográficas aparte, con este look vintage Penélope vuelve a los grandes outfits, como aquel espectacular diseño con el que subió a recoger su Oscar a mejor actriz de reparto que destilaba glamour hollywoodiense en cada una de sus líneas.

Aunque la elección de Penélope Cruz para esta fecha tan señalada no nos ha sorprendido después de sus últimos outfits, el vestido de Chanel es una verdadera maravilla al que no le falta ni un solo detalle. Todo el cuerpo del vestido está adornado por botones joya similares a los que Penélope ha lucido en las diferentes jornadas del festival.

Y llegamos al escote, una suerte de volumen y textura que la actriz ha sabido aprovechar luciendo un sencillo y terso moño de bailarina a media altura que despejaba su rostro y dejaba a la vista sus pendientes. De nuevo, tres lágrimas escarlata haciendo un guiño al detalle plumífero de la falda.

Sin embargo, no se trata de cualquier pendiente. Los Lola, como ella misma los ha bautizado, forman parte de la colección de alta costura que Penélope diseñó para Swarovski y que la madrileña ya ha lucido en otras ocasiones, como en la presentación de 'Todos lo saben' en el Festival de Cine de Cannes en 2018.

El cinturón negro, adornado con una hebilla del mismo color y con una ligera inspiración corsaria, iba a juego con los tacones de Penélope, logrando así el siempre exitoso binomio blanco-negro, infalible en el mundo de la moda.

Abonada a las sandalias de tacón

Aunque en esta ocasión ha dejado el blanco en favor del negro, desde que ha pisado San Sebastián, la actriz no ha hecho más que lucir altísimos tacones con plataforma y en su versión más veraniega, puede que para aprovechar los últimos días de buen tiempo.

Sin duda, uno de los momentos más señalados de la ceremonia ha sido la entrega del galardón. El cantante Bono, del famoso grupo U2, subía al escenario para otorgar el premio a Penélope Cruz. Después de unas sentidas palabras que emocionaban a la actriz, ambos se fundieron en un abrazo. Incluso podemos encontrar cara de orgullo y satisfacción paternal en la cara del irlandés.