Brexit: por qué Carrie Symonds es la primera dama más elegante del momento

Estos días hay un nombre que está en el candelero y es Carrie Symonds, la pareja de Boris Johnson, primer ministro británico. Tiene 31 años, se define como feminista y ecologista.

Su relación fue desde el principio un show de esos que apasiona al Reino Unido: él estaba casado, les separan más de veinte años (concretamente 23), pero ni eso, ni que ella formara parte del equipo de comunicación del partido conservador que lidera Boris han sido ningún obstáculo para que su relación saliera a flote y que hoy, aunque no estén oficialmente casados, a Carrie Symonds se la considere una de las primeras damas más estilosas y elegantes a nivel mundial.

Será precisamente la diferencia de edad y la juventud de Carrie la razón principal por la que propios y extraños del mundo de la política afirmen abiertamente que a Boris Johnson su relación con esta joven ecologista le ha venido de perlas.

No solo por lo evidente, que ella ha logrado actualizar el estilo sobrio y anticuado que lucía el primer ministro antes de que Carrie entrara en su vida, sino porque tener a su lado una compañera como ella (feminista, defensora del medio ambiente y los animales, y con una procedencia de alto standing) ha mejorado notablemente la imagen pública de Boris Johnson. Una influencia superpositiva que los ingleses han visto con muy buenos ojos.

Y de eso precisamente sabe mucho Carrie Symonds. Recordemos que antes de que su relación se hiciera pública allá por 2018, cuando Boris anunció su divorcio de Marina Wheeler, con la que llevaba 25 años casado y tiene cuatro hijos, ella trabajaba en el equipo de comunicación e imagen del partido conservador, cargo que automáticamente dejó cuando saltó la noticia para dedicarse a la defensa y protección del mundo marino. Hoy ha pasado a la historia de Reino Unido por ser la primera mujer no oficial de un primer ministro en residir en el número 10 de Downing Street.

Dejando a un lado los entresijos de su relación con Boris Johnson e incluso el hecho de que se le atribuye un antepasado primer ministro, si por algo nos hemos fijado en la figura de Carrie Symonds es por su estilo y forma de vestir. Como las royals inglesas, véase los casos de Kate Middleton o Meghan Markle, Carrie suele agotar cualquier prenda que luce y aquí tenemos un ejemplo: este vestido floral de estética vintage de la marca inglesa Ghost desapareció literalmente de la shop online de la firma tras llevarlo ella.

Su armario es la mezcla perfecta de básicos atemporales con piezas de tendencias, un combo que le otorga a Carrie el calificativo de mujer elegante y la convierte en el nuevo referente político de moda a seguir. Suele apostar por marcas británicas y de ellas rescata sus preferidos: los vestidos midi. La novia de Boris Johnson tiene un arsenal de ellos y suele combinarlos con salones en monocolor.

A diferencia de otras primeras damas, ella pone el punto de atrevimiento en los estampados, puede pasar de las flores al animal print, y si opta por una prenda en colores lisos, debe tener ese algo especial que encadile a Carrie.

Aunque también reserva un hueco en su armario para looks más informales, eso sí, sin separarse de su prenda insignia, el vestido de largo midi. Aquí podemos ver a Carrie bajo la lluvia con un vestido bohemio que combinó con unas botas de agua de media caña, sin duda el outfit perfecto y, lo que es más importate, el adecuado para su visita oficial en el campo.

Y así, poco a poco, esta joven activista ha ido ganándose el beneplácito de los ingleses, de los políticos y ahora de los expertos en moda, que ya la tildan de la primera dama (aunque oficialmente no esté casada con Boris Johnshon) mejor vestida y más elegante que ha pasado por Reino Unido.