El pequeño cambio de estilo de Pablo Iglesias para 'dar la talla' como vicepresidente

Antes de que te alarmes te confirmamos que no, Pablo Iglesias no se ha cortado su icónica y característica coleta, el símbolo inequívoco de su imagen, por el que apostaríamos sin miedo a que jamás se desprendería. Peinados a un lado, hoy nos interesa y tenemos que hablar del pequeño cambio en la forma de vestir del nuevo Pablo Iglesias.

Tampoco es que ahora lleve corbata, traje con raya diplomática y mocasines, es un gesto casi invisible al ojo humano, pero que no ha pasado desapercibido ante nuestro radar fashionista. De líder de Unidas Podemos y enemigo de Pedro Sánchez a vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del nuevo Gobierno de coalición y nuevo aliado del presidente.

Si de algo hacía gala el armario de Pablo Iglesias antes de convertirse en vicepresidente era de su informalidad. Camisas de colores estridentes y siempre desabrochadas, jerséis de punto lisos o con estampados a rayas, pantalones tipo chino o jeans, sudaderas, nada de trajes y muy pocas americanas. Ahí está la clave de nuestro estudio, las chaquetas, o mejor dicho, la manera en la que antes llevaba este tipo de prendas y cómo las luce ahora que ostenta un alto cargo.

Ponga lo que se ponga, Pablo Iglesias tiene la capacidad de dotar a sus prendas de una imagen descuidada y poco coqueta, esa que tanto ha paseado en sus apariciones públicas, hasta su nombramiento oficial como vicepresidente y ministro. Seguro que recordarás a Iglesias portando (las pocas veces que así lo ha hecho) una colección de chaquetas, quien dice chaquetas dice también abrigos, que no eran de su talla. Puños extralargos, hombros caídos y tejidos arrugados, así eran y así llevaba las americanas que colgaban en su vestidor. Juzga tú mismo estas imágenes.

Pero en diciembre de 2019 y con la firma del preacuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para formar un Gobierno de coalición, comenzamos a percibir ese pequeño gran cambio en su estilo. Y, sí, por fin Pablo Iglesias lucía por primera vez en un acto público una americana de vestir que era de su talla. En este caso optó por un diseño clásico que aunque todavía nos hacía dudar del largo de las mangas, ya tenía un patrón se ajustaba más a su silueta.

Tomando este acto como punto de partida, el armario de Pablo Iglesias ha experimentado desde entonces una auténtica revolución. De casi no llevar nunca americana, a portarla a diario y con un tallaje y un diseño adecuados a su cuerpo.

Por fin, vemos cómo el puño de la camisa se asoma por debajo de las mangas, cómo las hombreras y los diseños atemporales y clásicos favorecen la estructura de Iglesias y cómo se ha rendido ante tejidos regios que casi no necesitan un planchado.

Y todo se debe a su nuevo papel en el panorama político como vicepresidente segundo y ministro. ¿Cuál será el próximo avance con el que se beneficiará el armario de Pablo Iglesias? Seguiremos atentas a sus movimientos estilísticos.