En 2020 el tejido vaquero se reinventa y estas son cinco novedades

Desde su nacimiento, allá por 1871, hasta el día de hoy, el pantalón vaquero ha mantenido intacto el protagonismo en nuestros looks casual. Y lo ha hecho casi sin esfuerzo alguno. El paso del tiempo, el cambio de tendencias e incluso la inclusión de otros tejidos en el panorama de la moda no han alterado su reinado y el denim ha logrado, gracias a pequeñas adaptaciones, perdurar y convertirse en nuestro aliado de estilo eterno.

Sus señas de identidad son muchas, pero si tuviéramos que quedarnos con una sola sería su versatilidad, que no es otra cosa que la capacidad de adaptarse con rapidez y facilidad a las distintas funciones (sí, más allá de los looks informales) que le ha tocado experimentar en sus casi 150 años de vida. Un vaquero puede ser clásico, pero también transgresor, ser un pantalón o cualquier pieza que se le antoje, el centro de un look casual y más tarde de uno de fiesta, subir o bajar el tiro, cambiar de formas o mantenerse en el apelativo de regular, y aun así, no perder jamás su distinción.

2020 pedía a gritos una nueva puesta a punto, un puñado de versiones nunca vistas aptas para competir con los otros grandes de la moda en un sector donde cada día nace un hit nuevo y eso de mantenerse en la cúspide se complica por momentos. Dicho y hecho, estas son las cinco tendencias vaqueras que van a dominar el street style. Toma nota.

1. Total look

La fórmula es muy sencilla: denim sobre denim, no hay más y solo con eso, con lucir el tejido vaquero de la cabeza a los pies, ya tendrás aprendida la primera lección de la temporada. ¿El truco de 2020? Combinar lavados y tipologías diferentes en un mismo look.

2. Tiro alto

Con el slouchy asentado como un ejemplar más, toca dar un paso adelante y sucumbir al nuevo diseño. Mantiene esa esencia con dos novedades: el tiro, más alto que nunca, y el lavado de estética ochentera, desteñido sí o sí.

3. El peto

Regresa con fuerza avalado por la corriente del total denim. Tanto es así que este año no nos desprenderemos del mono vaquero ni en verano. ¿El imprescindible? Uno repleto de bolsillos que simule apariencia de ‘cargo’.

4. Destroyer sofisticado

Los rotos, deshilachados y los bajos irregulares, señas inequívocas de ese carácter destroyer tan propio del territorio vaquero, pasan por un túnel de lavado y se refinan. Se llevan los rotos, pero con ese punto de elegancia que tanto reclamaban las insiders.

5. Volumen y geometría

Aparcando el pantalón, veremos el denim también en vestidos, faldas, shorts y abrigos, las prendas que admiten el juego de volúmenes y geometrías que tanto anhelaba este tejido.