Georgina Rodríguez, protagonista en Sanremo: 4 vestidos, un tango y tipazo

Más allá de su papel en la vida pública como actual pareja del jugador de fútbol Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez busca ese algo más y, sin duda, el papel que ha ejercido en la última edición del Festival de Sanremo ha confirmado que estamos ante una nueva (y más profesional que nunca) Georgina. Para celebrar la 70ª edición de este legendario certamen musical, la organización decidió contar con una presentadora de excepción, no solo porque nunca había desempeñado tal papel, sino porque además de ejercer de comadrina de ceremonias, Georgina Rodríguez ha bailado, ha lucido tipazo y ha estrenado cuatro modelitos de infarto, todo bajo la atenta mirada en primera fila de Cristiano Ronaldo. Mejor publicidad para este festival no hay.

Y para una ocasión tan especial Georgina Rodríguez ha puesto toda la carne en el asador y, fiel a su estilo a lo Kardashian del que tantas veces hemos hablado, ha llevado cuatro vestidos repletos de brilli-brilli, ajustadísimos y con esa imagen de sensualidad que tanto va con ella. Resulta que uno de ellos, el más espectacular de la noche, es de origen español y luciéndolo Georgina parecía emular a una novia a punto de pasar por el altar.

El diseño en cuestión es este. Firmado por Pronovias, he aquí el sello made in Spain del vestido, se trata de un modelo exclusivo creado por Alessandra Rinaudo, la nueva directora artística de la marca, y que tiene el objetivo principal de destacar la feminidad y las curvas de Georgina. En palabras de la propia diseñadora, “este vestido, que aúna un corte sencillo y un tejido de gran riqueza, buscaba que Georgina luciera como una auténtica joya”, y parece ser que lo ha conseguido.

Se trata de un exuberante vestido de corte sirena, con manga larga y un escote de hombros caídos, realizado por Pronovias en encaje chantilly y bordado con filigranas y cuentas doradas.

Pero a Georgina Rodríguez todavía le quedaban tres ases más bajo la manga. Y antes de desvelar la gran sorpresa (look incluido) del Festival de Sanremo analizamos estos dos vestidos. El primero, en blanco impoluto, con escote en forma de corazón, maxiabertura lateral y bajo drapeado. Sencillo, pero con los ingredientes necesarios para destacar la esbelta figura de Georgina.

En otro de los momentos de la gala, la novia de Cristiano Ronaldo eligió este vestido con escote palabra de honor y de nuevo con una abertura lateral que nos dejaba ver una de sus piernas, donde destacaba el material empleado para su confección: un tejido bordado con lentejuelas doradas.

La gran sorpresa de la noche llegó cuando la propia Georgina Rodríguez se subió al escenario para marcarse un tango enfundada en otro vestido. Cabe recordar que en el pasado Georgina fue bailarina clásica, por lo que de bailar sabe algo, y que aunque ha pasado casi toda su vida en España, ella nació en Argentina, el país cuna de este baile que ha levantado al público reunido en Sanremo.

Como dato curioso, Georgina reconocía ante el público que, a pesar de su ascendencia argentina, era “la primera vez en 25 años” que se había atrevido con esta modalidad de baile.

Con una de las canciones de la banda sonora de la película ‘Moulin Rouge’ como telón de fondo, Georgina Rodríguez comenzó a bailar con un vestido negro de estilo años 20 repleto de pedrería (otra vez) y rematado con flecos. Y cómo no, ahí estaba Cristiano Ronaldo en primera fila sin perder un detalle de los sensuales y provocativos movimientos de su pareja.