Ni vintage, ni de un desfile de 1995: la verdad sobre el vestido más alabado de Penélope

Ríos de tinta se han escrito sobre el imponente vestido que Penélope Cruz escogió para desfilar por la alfombra roja y entregar un premio durante la 92 edición de los Oscar en Los Ángeles el domingo. Una velada en la que se encumbró como una de las mejor vestidas del planeta gracias, entre otras cosas, a las alabanzas que la prensa de todo el mundo hizo de su vestido. “Epítome de sofisticación” llegaron a decir de él.

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Un look salido del atelier de Chanel de París y no, como se había pensado, del desfile de alta costura que la maison presentó en 1995. Ni vintage, ni reciclado. Penélope lució, tal y como han confirmado fuentes de la firma, un vestido hecho a medida. Así le sentaba como un guante. Estaba sencillamente espectacular.

230 horas de trabajo, 6 modistas...

Confeccionado en organza negra, el diseño fue creado de forma personalizada por Virginie Viard para la actriz española y, sí, estaba inspirado en el famoso vestido de la foto del show de primavera-verano 1995 de alta costura que ha dado la vuelta al mundo. Pero no, no era el mismo.

Para su creación se necesitaron 230 horas de trabajo de seis modistas a tiempo completo, y la camelia blanca, uno de los sellos de identidad más icónicos de la firma (por algo es embajadora), se hizo en los talleres de Lemarié por un ‘métier d’art’ de la firma que posteriormente la colocó con detalle y a mano en el escote del vestido.

La última prueba en Los Ángeles

Sábado 8 de febrero. Un día antes de los Oscar, Penélope recibió con ilusión en su casa de Los Ángeles al equipo de modistas que habían confeccionado el vestido. Se trataba de la última prueba y el resultado a la luz de su cara al vestirse pareció superar las expectativas.

La falda tenía bolsillos, lo que le daba aún más movimiento al diseño, y el remate lo ponía el cinturón de perlas blancas (igual que el del diseño original) y los zapatos personalizados. Un look para arrasar.