El esperadísimo desfile de Gucci que nos ha enseñado las entrañas de la moda
El show de la firma italiana no ha dejado a nadie indiferente. Prepárate para descubrir el embrujo de la marca
Cuando pensábamos que ninguna marca podía ya sorprendernos con sus desfiles, Alessandro Michele lleva la presentación de la última colección de Gucci un paso más allá y deja a los asistentes (y a los que no tenemos la suerte de haber sido invitados, y esta ES una indirecta para Michele) de piedra. Lo cierto es que la invitación al desfile ya había sido mágica. Los asistentes recibieron un mensaje de audio a través de WhatsApp en el que el director creativo de la marca les invitaba a ver el show. “Siempre he considerado el desfile de moda como un evento mágico cargado de encanto. Un ejercicio litúrgico que interrumpe lo ordinario, inundándolo con un exceso de intensidad”, explicaba a través de su nota de prensa.
En este desfile, Michele ha querido mostrar su fascinación por las entrañas de un show para el que se requieren semanas de fittings, pruebas de maquillaje, peluquería y sonido, así como ensayos. Los invitados no comenzaron la experiencia sentándose en su front row a la espera de que el show comenzara, sino que la cita despegó directamente en el backstage, donde todos pudieron ver a las modelos maquillándose antes de comenzar. A continuación, el equipo de la marca preparó a las maniquíes para que sus looks estuvieran perfectos para la presentación.
Dentro del Hub de Gucci, unas cortinas negras daban forma a una habitación octogonal, y el show comenzó con la voz de a Federico Fellini explicando en italiano la naturaleza rutinaria de ir al cine: hacer cola, comprar una entrada y sentarse en una sala. Si antes los asistentes habían formado parte del backstage, la experiencia continuó durante el desfile, pues los asistentes de Gucci, ataviados con uniformes grises, preparaban a las modelos a la vista de todos.
Algo que, por cierto, Moisés Nieto lleva temporadas haciendo. Un gran metrónomo y el Bolero de Ravel han puesto la banda sonora a un gran diorama octogonal en el que los modelos permanecían de pie mientras el espacio giraba sobre sí mismo. Fue entonces cuando comprendimos ese vídeo que Gucci había colgado en las redes repleto de cajas musicales y carruseles, y ese otro en el que se sucedían muñecas de porcelana, que empezado el show, regresaron a la mente de los ahí presentes al ver a los modelos inmóviles.
Cuando pensábamos que ninguna marca podía ya sorprendernos con sus desfiles, Alessandro Michele lleva la presentación de la última colección de Gucci un paso más allá y deja a los asistentes (y a los que no tenemos la suerte de haber sido invitados, y esta ES una indirecta para Michele) de piedra. Lo cierto es que la invitación al desfile ya había sido mágica. Los asistentes recibieron un mensaje de audio a través de WhatsApp en el que el director creativo de la marca les invitaba a ver el show. “Siempre he considerado el desfile de moda como un evento mágico cargado de encanto. Un ejercicio litúrgico que interrumpe lo ordinario, inundándolo con un exceso de intensidad”, explicaba a través de su nota de prensa.