Nuevos cambios en la cúpula de Lanvin

La casa de moda Lanvin sigue envuelta en un torbellino de cambios, y el último de ellos ha sido el cese de actividades inmediato de Jean-Philippe Hecquet, que paradójicamente fue una de las primeras medidas implementadas por Joann Cheng, presidenta de Fosun Fashion Group, al adquirir el control mayoritario de la firma hace dos años. El CEO abandona ahora la marca tras una revisión administrativa, permaneciendo hasta nueva orden la propia Joann Cheng como directora ejecutiva. La presidenta se encargará también de supervisar la estrategia y las operaciones de la marca. Por su parte, Jean-Philippe Hecquet, al incorporarse a la casa de lujo francesa, contrató al que hoy es el director creativo de Lanvin, Bruno Sialelli.

Hecquet cuenta con la experiencia de ocho años de trabajo en Louis Vuitton y una temporada en Tag Heuer, pero pese a ello, la elección de Sialelli no fue aplaudida del todo cuando sus propuestas fueron mostradas. Aunque tras mostrar su primera colección algunos pensaron que el diseñador tenía que trasladar sus ideas a un plano esencialmente fashionista en lugar de limitarse a revisitar su paso por Loewe, palpable en el cariño por la marroquinería y la modernización de los accesorios, así como por la paleta de colores empleados, más tarde otros criticaron que le diera una vuelta a las bases de Lanvin introduciendo en el nuevo cóctel ideas procedentes de la cultura popular francesa.

Pese a todo, en enero de 2019, Lydia King, directora de compras de Harrods, señaló que Lanvin se encontraba entre las marcas a comprar la temporada otoño-invierno 2020, quedando así claro que el trabajo de Sialelli había sido todo un acierto. Esa es la razón por la que la marca ha querido dejar claro que la labor del director creativo continuará su rumbo, por lo que su puesto está a salvo. Los cambios vividos en Lanvin desde la llegada de Fosun Fashion Group han sido siempre veloces e intrépidos. El equipo creativo de la marca fue inmediatamente trasladados a un edificio situado en la rue Saint-Augustin, conocida como el Silicon Valley. La marca abrió también tres tiendas en China y una tienda emergente en Mercer en SoHo.

Cuando el coronavirus comenzó a hacer que ni las celebridades ni los compradores chinos pudieran acudir al desfile de Lanvin, la marca produjo una versión de realidad virtual del evento de pasarela y la transmitió en las plataformas de vídeo en línea y comercio electrónico Iqiyi y Secoo, logrando una audiencia de 1,5 millones de personas. Por ello, sin lugar a dudas cualquier cambio llevado a cabo por Joan Cheng no ha de ser puesto en duda. Esperaremos a ver cuáles son los siguientes movimientos de una marca que lleva algunas temporadas en estado cambiante constante.