Así afecta la crisis a la moda de Hollywood

Aunque por supuesto al pensar en las consecuencias que el coronavirus está teniendo en la industria de la moda nos acordamos de las tiendas, el equipo de las marcas y la cancelación de desfiles y de eventos icónicos como la gala MET, no podemos olvidarnos de estilistas, maquilladores, relaciones públicas, marcas y showrooms, que en Los Ángeles dependen en gran parte de eventos y presentaciones. Tal y como explica la estilista de Ana de Armas, Karl Welch, a ‘WWD’, tenía preparados 30 looks para la actriz y otros 30 para su compañera de reparto, Lashana Lynch. Teniendo en cuenta que cobra por look, esos 60 looks han de ser descontados de sus ingresos este mes. La nueva fecha prevista para el estreno será el mes de noviembre, pero la estilista tiene el mismo miedo que todos los autónomos que se han visto sacudidos por la pandemia. Cuando regresemos a nuestras vidas 'normales', ¿serán las cosas como antes o funcionarán a medio gas?

La estilista de Julia Roberts no está corriendo mejor suerte. Elizabeth Stewart también ha confesado que sus campañas de belleza y sus producciones se han cancelado, por lo que ahora vive, como la mayoría de estilistas, sumida en una gran incertidumbre. Esa es la razón por la que algunas se han lanzado a ofrecer sus sesiones de estilismo online, un cambio al que Elizabeth también se va a sumar de la mano de Chicrelief.com, donde venderá prendas y accesorios procedentes de su armario de estilismos y del de algunas de sus clientas, que donarán prendas con el fin de que sus ventas vayan a parar a Direct Relief.

Por su parte, las marcas que dependen en gran parte de la alfombra roja están sufriendo un duro golpe. Ahora que las redes sociales se han convertido en una poderosa plataforma para descubrir nuevas marcas al subir cada día fotografías de las celebridades enfundadas en diferentes looks, el que la alfombra roja viva un enorme paréntesis en la actualidad ha afectado con especial fuerza a las marcas menos conocidas, que estaban haciendo de las presentaciones y de los estrenos sus mejores armas publicitarias.

Las agencias de comunicación, como era de esperar, están guardando sus looks de fiesta e incluso de playa para tiempos mejores y se están centrando en emails en los que hablan de moda de estar por casa y looks WFH (Working From Home). Tan solo cabe esperar que cuando las cosas regresen a la normalidad, al menos Hollywood siga empeñado en hacer lo que lleva toda la vida haciendo: vender el sueño americano, por más que en realidad todos sepamos que en el fondo los sueños, sueños son.