¿Qué tienen en común Alexa Chung y el príncipe Carlos?

Hay firmas capaces de hacernos pensar en nuestra infancia y que a la vez logran que queramos sacar la tarjeta de crédito para incluirlas de nuevo en nuestros armarios. Ahora que la nostalgia se ha convertido en la mejor arma de la moda, inmersa en una incertidumbre que hace que las novedades más histriónicas no encuentren en estos momentos su sitio, la firma Barbour ha encontrado, definitivamente, el suyo.

Las míticas chaquetas de Barbour se las hemos visto llevar a personajes tan dispares como el príncipe Carlos, Lady Di y Olivia Palermo. Es la marca que conquista a las royals (Meghan Markle y Kate Middleton, sin ir más lejos, tienen chaquetas de la firma) y a Hollywood, donde podemos ver desde a Brad Pitt hasta Sarah Jessica Parker pasear con las suyas. Esta chaqueta deja claro que la atemporalidad es el verdadero triunfo en la moda, pues es una prenda que no necesita ni logos ni estampados llamativos para convertirse en una auténtica pieza de deseo.

Las dos chaquetas más icónicas de la marca, que vino al mundo en 1894, son la Beaufort (nacida en 1983) y la Bedale, nacida tres años antes y cuyo objetivo inicial era ser una prenda de equitación. Antes de que la pandemia nos azotara, cuando todavía eran los diseños más llamativos los que lograban que una prenda con historia volviera a ponerse de moda gracias a una colaboración de la mano de algún influencer o de alguna celebridad, Barbour supo aliarse con Alexa Chung para lograr dar un giro a algunos de sus diseños sin perder jamás su atemporalidad y su aire british.

Mal no les tuvo que salir la jugada, pues la colaboración con Alexa les animó a aliarse con la marca streetwear por excelencia, esa dispuesta a hacer que los compradores más jóvenes descubran sus diseños. Hablamos, cómo no, de Supreme, que ha revisionado los modelos Bedale, Beaufort y Border con estampado de leopardo, naranja neón o un atemporal barrido a negro.

En definitiva, si buscas una compra atemporal con la que renovar tu fondo de armario, no lo dudes: las chaquetas de Barbour, capaces de estar en el armario de Kate Moss y de Isabel II, que no quiso aceptar una chaqueta nueva de la marca cuando Margaret Barbour le ofreció renovar la suya con motivo de su jubileo de diamante en 2012 porque aseguró que prefería arregarla.